Cantus Cölln. Konrad Junghänel, laúd y dirección.
Harmonia Mundi, HMG 501686
57’59’’
DDD
Harmonia Mundi Ibérica
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En 1611 un Heinrich Schütz de tan solo veintiséis años publicaba en Venecia una colección de diecinueve madrigales, a cinco partes y -por descontado- en la lengua de Dante, que habían de servir como testimonio de sus dos años de estudios con Giovanni Gabrielli; el éxito sería indiscutible y logró prolongar su estancia en tierras italianas otro par de años. La audición supone una grata sorpresa, pues aparte de la peculiaridad de conocer música profana de un autor que consagró toda su vida al género sacro, nos encontramos aquí ante alguien que domina a la perfección el arte de la polifonía y no guarda reparo alguno en hacer un uso atrevido de las disonancias y del contrapunto imitativo, amén de recoger en toda la suntuosidad sonora de su maestro en obras como el Vasto mar que cierra la colección, todo ello en un estilo puramente manierista propio de un momento en que aún están por llegar -falta muy poquito- las decisivas novedades de la “seconda prattica” monteverdiana, esto es, Barroco musical.
Las interpretaciones registradas por Cantus Cölln en octubre de 1998 que en su serie HM Gold rescata Harmonia Mundi, siendo de irreprochable nivel técnico, destacan por no interesarse tanto por la sensualidad sonora como por los aspectos más expresivos de esta música, acentuando contrastes y subrayando asperezas. ¿A la alemana más que a la italiana? Pues está uno tentado de decir que sí, a pesar de que resulta un tópico. Un sutil pero imaginativo acompañamiento del líder del grupo, el laudista y director Konrad Junghänel, redondea un disco que, al igual que el que presentábamos hace poco de Annette Dasch (enlace), nos permite rastrear las raíces italianas del barroco centroeuropeo. Muy interesante.
2 comentarios:
Aunque sea de refilón, comentar que la preciosa, coqueta y maravillosamente bien atendida (por personal amante de la música y conocedor del género que vende) tienda que Harmonía Mundi tenía en Madrid, ha cerrado el mes pasado. Solo queda la FNAC, con cada vez menos espacio y El Corte Inglés, con "marilolis" que no saben lo que venden. Una pena.
Una pena. Aunque supongo que HM seguirá manteniendo sus tiendas en Francia y Alemania, al menos de momento, decididamente la venta de discos del género clásico va a pasar por completo al sistema on-line, con todas las ventajas e inconvenientes que eso supone.
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