Harmonia Mundi, HML 5908376.78
3 CDs. 153’30’’
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BACH: La Pasión según San Juan. Cantatas sacras BWV 22, BWV 23, BWV 127 y BWV 159. Solistas. Collegium Vocale de Gante. Philippe Herreweghe, director.
Harmonia Mundi, HML 5908351.53
3 CDs. 174’38’’
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BACH: Oratorio de Pascua. Oratorio de la Ascensión. Cantatas sacras BXV 2, BWV 20, BWV 43, BWV 44, BWV 66 y BWV 176. Solistas. Collegium Vocale de Gante. Philippe Herreweghe, director.
Harmonia Mundi, HML 5908354.56
3 CDs. 180’13’’
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BACH: Cantatas famosas, volumen I. Cantatas sacras BWV 12, BWV 21, WV 27, BWV 38, BWV 42, BWV 75, BWV 84, BWV 95 y BWV 161. Solistas. Collegium Vocale de Gante. Philippe Herreweghe, director.
Harmonia Mundi, HML 5908357.59
3 CDs. 196’12’’
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BACH: Cantatas famosas, volumen II. Cantatas profanas BWV 207 y BWV 214. Cantatas sacras BWV 29, BWV 78, BWV 119, BWV 120 y BWV 198. Solistas. Collegium Vocale de Gante. Philippe Herreweghe, director.
Harmonia Mundi, HML 5908363.65
3 CDs. 178’46’’
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En conmemoración del 40 aniversario del Collegium Vocale de Gante, Harmonia Mundi se decide a reeditar todo el Bach grabado por el soberbio coro flamenco bajo la dirección de su fundador Philippe Herreweghe. Bueno, no todo en realidad, porque quedan fuera las dos pasiones registradas en los años ochenta -que lamento desconocer, por lo que no puedo realizar comparaciones- para incluir en su lugar las regrabaciones realizadas en fechas más recientes. La colección comprende un total de nueve álbumes de tres compactos cada uno, de los cuales cinco aparecen ahora para salir el resto el próximo otoño. La presentación es atractiva, en formato libro de tapa dura, pero en las por lo demás muy documentadas notas se echa de menos el castellano, al tiempo que en la traducción de los textos cantados queda en blanco una de las cuatro columnas posibles (aparecen alemán, francés e inglés únicamente). Tampoco hubiera sido mala idea reeditar el CD-ROM que acompañaba en su momento La pasión según San Mateo, un original, completo y bellísimo programa que nos permitía acercarnos desde un ángulo multimedia a la genial creación bachiana.
Los volúmenes que comentamos comprenden registros realizados entre 1987 y 2007. Se han dicho muchas cosas durante todos estos años sobre la interpretación de las cantatas y pasiones del compositor, incluyendo las propuestas radicales de los seguidores de Rifkin. ¿Cómo se sostiene a estas alturas el Bach de Herreweghe? Pues bastante bien, por dos valores principales. El primero, la sensatez de sus posiciones filológicas, que si en los ochenta pudieron irritar a los que aún no estaban acostumbrados a los instrumentos originales, hoy día resultan de admirable moderación, tanto en una articulación siempre ágil pero alejada de lo trivial y de lo pimpante, como en un planteamiento vocal que opta por contratenores en lugar de mezzosopranos pero prescinde de los problemáticos niños. El fraseo es natural, fluido y elegante, y los tempi jamás llaman la atención ni por exceso ni por defecto.
El segundo valor es la enorme belleza sonora desplegada. El conjunto instrumental es espléndido e incluye más de un nombre de relevancia, pero la gran baza de estas recreaciones es precisamente el Collegium Vocale, quizá no tan perfecto como el sobrenatural Monteverdi Choir de Gardiner pero de una sensualidad y comunicatividad irresistibles. Herreweghe lo maneja con una plasticidad asombrosa y hace que todas y cada una de sus intervenciones sean memorables. Ahora bien, su interés por hacer sonar a sus conjuntos con la mayor belleza posible le hace en alguna ocasión limar aristas y caer en cierta blandura. De ahí que de vez en cuando se eche de menos un poco más de incisividad, de sentido de los contrastes y de garra dramática, sobre todo en la dirección de las arias.
Éstas están en general bien cantadas, aunque los solistas rara vez alcanzan la altura que esta acongojante música demanda. Personalmente me quedo con las numerosas intervenciones de Mark Padmore, entre las que destacan las arias de tenor y su soberbio evangelista en la Pasión según San Juan (en la Matthäus-Passion Bostridge está un tanto relamido). Muy hermosas también las participaciones de las sopranos Sibylla Rubens y Carolyn Sampson -algo cursi esta última-, mientras que el tenor Howard Crook y el bajo Peter Kooy, otros de los nombres habituales del equipo, se suelen quedar en la mera corrección. El resto se mueve en un nivel digno y homogéneo, lo que garantiza que estas lecturas de Herreweghe tan hermosamente sonadas se escuchen con mucho placer.
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Artículo publicado en el número de septiembre de 2010 de la revista Ritmo.
PS. En otro lugar de este blog (enlace) dije que mi versión favorita de La Pasión según San Mateo era la segunda de Herreweghe. Pues bien, al volver a escucharla para escribir esta crítica he cambiado de opinión: les doy la razón a los que afirmaban que, siendo muy buena, no era para tanto. Hoy por hoy me quedo con la de Koopman para Erato.
1 comentario:
Tengo la versión de Klemperer, pero me apetecía contrastar con una con un enfoque más actual. Recomiendas la de Koopman, pero no sé si por encima de otras versiones como las de Harnoncourt II o Gardiner, o si simplemente estas no las conoces. Cito esas dos porque son de las más mencionadas por la crítica (de la que no me fío, por eso pregunto).
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