La primera, que suena francamente bien, sobre todo por un 5.1 auténtico que recoge fielmente, si se reproduce en un equipo multicanal, la acústica del templo. La segunda, que cuenta con la gran ventaja de ver al mismo tiempo que se oye, circunstancia que tiene mucho interés a pesar de -lástima- la disposición no antifonal de las dos orquestas y sus respectivos coros en esta ejecución. La tercera, que se incluyen subtítulos en castellano. La cuarta, que el precio es muy razonable, el mismo que el de dos compactos de serie cara. Y la quinta, que se trata de una muy buena interpretación, irreprochable desde el punto de vista filológico -que haya mujeres en vez de únicamente niños me parece una sabia elección-, expuesta con gran perfección formal y admirable gusto expresivo.
Una notable interpretación, sí, y estupenda para acercarse por primera vez a la partitura… aunque a mi modo de ver no llega a lo excepcional. En parte la culpa la tienen los solistas vocales, que no alcanzan ese más allá expresivo que demanda la hondura extraordinaria de la creación bachiana. Está muy bien Jörg Dürmüller, Evangelista de línea irreprochable y excelente gusto, muy alejado de las blanduras y amaneramientos de algunos nombres más conocidos. Pero Ekkehard Abele es un Cristo monocorde, Cornelia Samuelis y Bogna Bartosz se limitan a exponer sus arias con solvencia, el ya veterano Paul Agnew no se termina de comprometer en lo expresivo y Klaus Mertens, nombre habitual junto a Koopman, se ve lastrado por una voz demasiado clara y muy corta en el grave.
Pero creo que el director tampoco termina de dar en el clavo, pues aunque su lectura hace gala de esa espiritualidad llena de naturalidad y sinceridad, sin afectación alguna, que en él es habitual al recrear el repertorio sacro, se desprende de esta interpretación una cierta sensación de distanciamiento, cuando no de frialdad. El problema no es de tempi: aunque son bastante rápidos (154 minutos le dura la obra, todo un récord) no se percibe ninguna precipitación. ¿Se trata, quizá, de la sobriedad y la adustez propias del barroco holandés de corte digamos “calvinista” a la que Koopman, pese a ser católico, pertenece? Tampoco es eso exactamente, porque la antigua grabación del artista, registrada en 1992 para el sello Erato, estaba dirigida de manera extraordinaria, con mayor hondura y calidez. Quizá sea tan solo que en esta interpretación él y sus músicos no estuvieron del todo inspirados y no se detuvieron a paladear las innumerables bellezas de los pentagramas. Cosas que pasan.
De ahí que si esta grabación me parece, insisto que en su formato de DVD, ideal para acercarse a la obra, la última de Philippe Herreweghe (Harmonia Mundi) sigue siendo mi preferida, contando no sólo con la dirección sino también con los solistas vocales, para disfrutar de toda su enorme belleza. Klemperer aparte, claro, pero ese es otro mundo muy distinto.
2 comentarios:
Y si alguien me preguntara por la versión ideal de la Pasión según san Juan de Bach le respondería que el DVD de Nikolaus Harnoncourt y el Tölzer Knabenchor (DGG). En mi blog hablo de él e indico dónde comprarlo: ¡es sublime! Y esos niños solistas, sobre todo Panito Iconomou en el aria "Es ist vollbracht...". AH, este DVD obtuvo el premio Diapason D'Or.
Estoy seguro de haber escuchado a este estupendo coro en directo, en Sevilla, pero... ¡no recuerdo cuándo! Ay, la vejez. Un saludo.
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