domingo, 23 de agosto de 2009

Rattle y las sinfonías de Brahms: Imitatio Karajan

“Las cuatro sinfonías de Brahms se encuentran muy en el núcleo del repertorio y de la reputación de la Filarmónica de Berlín. Gracias a la combinación entre la visión de Sir Simon y su enfoque iconoclasta, y la extraordinaria técnica de la orquesta y su sonido incomparable, estas interpretaciones marcan un nuevo hito en la historia de las grabaciones de Brahms”.

Con estas palabras (mediocre traducción y subrayado son míos) EMI Classics lanza por todo lo alto el triple CD que recoge la integral brahmsiana -sólo las sinfonías, no hay complementos- grabada en vivo entre octubre y noviembre de 2008 en la Philharmonie berlinesa.

Brahms_Rattle

¡Pues menudo morro! Se nos quiere vender algo novedoso cuando en realidad Sir Simon, que en su momento presumía de refrescar con nuevos enfoques la vetusta tradición de la orquesta, lo que hace seguir los pasos de los dos anteriores titulares de la Berliner Philharmoniker. Y es que Rattle aquí parece querer imitar al Karajan más narcisista. O peor: al Abbado de los años noventa, es decir, el que copiaba los peores defectos de Karajan.

Este Brahms es puro sonido. La orquesta realiza una labor técnica espectacular, haciéndola Rattle sonar con una brillantez, una tersura y un refinamiento incomparables. La arquitectura está perfectamente trazada, sin altibajos en las tensiones. Y la habitual extroversión del director británico, cuyas ganas de comunicar logran como siempre enganchar al oyente, se ve sensatamente acompañada por un notable sentido de lo otoñal, sobre todo en las dos últimas sinfonías, que es donde más hace falta. Pero…

Pero Rattle se queda ahí, en un brillante y extremadamente virtuosísimo espectáculo sonoro que no trasciende en absoluto. Su batuta se vuelca en las sonoridades rotundas (los graves parecen exagerados por la toma sonora), subraya con intenciones efectistas los contrastes dinámicos y se recrea en numerosos detalles narcisistas que por momento rozan lo melifluo. El director británico, claramente, no se cree esta música, no alcanza a comprenderla en toda su dimensión, pero intenta a toda costa seducir al oyente. De ahí que su Brahms seduce y a ratos engancha, pero resulta insincero y, la postre, no emociona.

Cuando llegue en este blog al final de la serie sobre la discografía de las sinfonías brahmsianas (enlace), de la que aún me quedan muchos capítulos por delante, quizá concrete algo más sobre esta integral. De momento me conformo con añadir que lo que menos me ha gustado es su muy aséptica Primera y que, si no fuera por algunos innecesarios detalles narcisistas, la Tercera casi me llega a convencer. Segunda y Cuarta, muy vistosas pero volcada en el decibelio puro, se quedan a medio camino.

¡Ah! Me gustaría saber qué quiere decir EMI con eso de que estas obras han contribuido desde siempre a la reputación de la Filarmónica de Berlín, porque ninguna de la integrales de Karajan, ni la de Abbado, ni la de Harnoncourt, parecen haber pasado precisamente a la historia. Esta de Rattle, desde luego, es una más entre tantas: magníficamente sonada, eso sí, pero bastante superficial e insincera en lo expresivo. Otro día les hablo de lo que está perpetrando Gardiner, que la cosa también tiene su miga.

8 comentarios:

Antonio dijo...

Antes que nada, disculpas por la ausencia de acentos y demas faltas de ortografia, pero estoy escribiendo desde un teclado extranjero. Aunque no conozco la grabacion de Rattle y la verdad es que no espero que sea una grandisima referencia frente a las historicas del pasado, eso es una cosa y otra distinta es negar la tradicion brahmsiana de la Filarmonica de Berlin, lo que respetuosamente dire al autor del blog que no me parece muy afortunado. Que los ultimos ciclos que ha grabado la orquesta sean mas o menos afortunados es una cuestion discutible, y encontraremos multitud de criticos y de melomanos que son fervientes partidarios de las interpretaciones de Karajan, Abbado y/o Harnoncourt, tampoco creo que quepa desecharlas sin mas ni mas. A mi particularmente el ciclo Abbado, con el complemento de las obras corales, me gusta muchisimo. Y desde luego Abbado no se limito a copiar el estilo Karajan, antes bien introdujo bastantes cambios en los componentes y en el sonido de la orquesta, haciendolo mas ligero y transparente, como contaba el propio concertino Strabawa en una entrevista en la television alemana que se emitio el ano pasado. Que Brahms esta en el centro del repertorio de la orquesta me parece en cambio indiscutible, como tambien el que los berlineses nos han dado muchas interpretaciones de las obras de Brahms que simplemente estan en la cima de la fonografia brahmsiana: pensemos en las integrales sinfonicas de Furtwaengler y Jochum, en varias grabaciones de la Primera por Karajan, en las obras concertantes dirigidas por Kempe (Concierto para violin con Menuhin), Jochum (Conciertos para piano con Gilels) o Abbado (Conciertos para piano con Pollini), en los Requiem aleman dirigidos por Karajan y Abbado; todo esto, de las cosas que primero se me vienen a la cabeza. Ya al margen del disco, personalmente tuve la suerte de escuchar al mismo Abbado dirigiendo a la orquesta, hace tres temporadas, la Tercera mas extraordinaria que he escuchado nunca, y a Rattle otra Tercera mas que notable en los PROMS del ano pasado. En fin, no se...

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Gracias por sus comentarios, pero en ningún momento niego la tradición brahmsiana de la orquesta berlinesa ni digo que los ciclos de Harnoncourt y Abbado sean malos (me gusto bastante la Tercera de este último en CD, desde luego).

Lo que afirmo es que, al contrario de lo que nos intenta vender EMI, Brahms dista de ser uno de los compositores donde más ha brillado la formación alemana, a pesar de cosas tan espléndidas como, efectivamente, las Primeras de Karajan, algunas de las sinfonías con Furt o los conciertos para piano con Jochum (por Giles estos últimos, más que nada). Pero la Filarmónica de Viena, sin ser mejor orquesta que la berlinesa, ha brillado muchísimo más en este repertorio.

Por cierto, sensacional el Primer concierto dirigido por Rattle a Barenboim (en DVD); y en cuanto a la Tercera de los Proms, que conocí en retransmisión televisiva, a mí me gustó más que esta que sale ahora en compacto, aunque se grabara tan solo unas pocas semanas después.

De lo de Abbado-Karajan hablamos otro día, que el asunto da para largo. Un cordial saludo.

Antonio dijo...

Gracias por su contestacion a mi mensaje. No se si ha sido la Filarmonica de Berlin o la de Viena la que mas ha brillado en Brahms, deben andar por ahi por ahi, no? A mi ambas me parecen una autentica maravilla, en general, y en Brahms en particular. Es evidente que EMI intenta vender su nuevo ciclo en un mercado tan saturado como el actual apelando al gancho de la tradicion de la orquesta y al glamour que pueda tener un director al que siguen colocando la etiqueta de iconoclasta, como Rattle, a pesar de que peina ya bastantes canas y de que en su desempeno frente a la orquesta esta haciendo gala de una iconoclastia muy moderada y juiciosa (el hecho mismo de que grabe este ciclo, junto con el Requiem Aleman, Heldenleben, Cuarta de Bruckner, Carmina Burana, y otras obras de estricto repertorio es prueba de ello: Rattle ahora mismo es discutido por su validez en el repertorio tradicional, y necesita hacerse con credenciales en el). Por cierto, en ese mismo DVD que menciona del Primero de Brahms con Barenboim esta un version del Cuarteto para piano n. 1, en la orquestacion de Schoenberg, que a mi me parece el mejor Brahms que de momento ha hecho Rattle. E insisto en que si le es posible escuche la Tercera dirigida por Abbado hace tres temporadas, mas o menos (no se si esta disponible ahora mismo), esta obra parece ser una de las especialidades de el, y por lo menos en la Philharmonie hubo una sensacion de magia apabullante del primer acorde al ultimo.
Bueno, podria seguir mucho hablando de estos temas, que como ve me apasionan. Enhorabuena por su blog, que vengo siguiendo desde hace algunos meses (magnificas las comparativas de Les Preludes y de la Fantastica), pese a que en ocasiones, como ve, no estoy de acuerdo con algunas de sus opiniones, o mas bien con la forma de expresarlas (eso de llamar batuteros a Gergiev y a Minkovski, cielo santo!). De todas formas, es magnifico contar con paginas como la suya sobre musica sinfonica en castellano.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Muchas gracias.

Por descontado que Berlín y Viena son orquestas maravillosas para Brahms, pero creo que la segunda ha tenido mejor suerte en cuando a directores para este compositor.

Muy de acuerdo en lo de Rattle, aunque a mí esa interpretación del Cuarteto no me pareció tan extraordinaria como la del Concierto nº 1 de la primera parte.

Por otra parte, creo que tanto Abbado como Rattle han cometido el error de querer ser como Karajan. No es que calquen su sonoridad, ni mucho menos, pero sí que le emulan a la hora de volcarse en los grandes contrastes sonoros, muy especialmente entre las explosiones decibélicas (empastadísimas, eso sí) y esos detalles de refinamiento extremo que a veces no vienen a cuento desde el punto de vista expresivo.

La Tercera de Brahms por Abbado que yo tengo es la editada por DG en el 90. Cuando la escuché me gustó bastante, sin parecerme una de las mejores. En cualquier caso, muchas gracias por las recomendaciones.

bruckner13 dijo...

Mientras tanto sigo a la espera del análisis del ciclo brahmsiano de Giulini-Viena, que sospecho será el último que publiques. xD

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Noooooooooooo, después de Giulini vienen Sanderling, Haitink/Boston, Barenboim, Mackerras, Harnoncourt... La cosa va para largo. De momento, mañana domingo saco el capítulo de Bernstein/Viena.

Nemo dijo...

¡Seguimos esperando algunos de esos capítulos brahmsianos!

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Gracias por el interés, Nemo, pero al llegar a Sanderling y Barenboim me bloqueé. Algún día...

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