sábado, 11 de julio de 2009

Cantigas y Sibilas valencianas

Entre Barenboim y Barenboim granadino tengo por costumbre asistir a los espectáculos, gratuitos pero de larga e incómoda cola, que se ofrecen sábados y domingos por la mañana en diferentes recintos históricos de la capital nazarí. Me ha tocado hoy sábado 11 de julio un programa de “Música Angélica” (sic) medieval hispana integrado por dos Cantigas de Santa María, diferentes Misterios Asuncionistas levantinos -entre ellos el de Elche-, un par de páginas del Llibre Vermell y un fragmento de la Sibila Valenciana, todo ello a cargo de la Capella de Ministrer con Carles Magraner a su frente.

Buenos músicos, sin duda. Por ello y por la belleza del repertorio me lo pasé bien en el concierto, a pesar de que los planteamientos interpretativos desprenden un inequívoco aroma “años setenta” que convierte a Magraner y sus chicos en primos hermanos de un Jordi Savall: basta comparar su Cuncti simus concanentes (uno de los más célebres fragmentos del Llibre Vermell) con el que grabó el de Igualada hace ya tres décadas para advertirlo.

En fin, tuvimos en la bellísima iglesia del Monasterio de San Jerónimo la consabida reunión de instrumentos variopintos (incluyendo zanfoñas, campanas, trompetas y algunos otros hoy demonizados por los más puristas) para ofrecer, mediando arreglos bastante discutibles desde el punto de vista historicista, una recreación fantasiosa y colorista del medievo, algo blanda a ratos, desde luego bastante tópica, pero en todo momento atractiva.

La gran baza del concierto fue, sin duda, la presencia del Cor de la Generalitat Valenciana, a la sazón en Granada para el estreno de Sánchez Verdú sobre el que ya aquí escribí algo (enlace). Una agrupación de lujo, sin duda, aunque es de justicia aplaudir las notables intervenciones de la soprano Pilar Esteban, la estrella vocal de la Capella, desde luego muy preferible a una Montserrat Figueras. El éxito de público fue grande, a pesar de que la pésima acústica del recinto no ayudó precisamente al disfrute. Mañana, más.

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