lunes, 13 de julio de 2009

Barenboim en Granada 2009 (y III): Bruckner

El año pasado Daniel Barenboim clausuró el Festival de Música y Danza de Granada con interpretaciones de las tres últimas sinfonías de Anton Bruckner absolutamente excepcionales (enlace). De ahí las relativamente frustradas expectativas de esta Cuarta de la noche del 12 de julio que, siendo globalmente admirable, ha presentado ciertas irregularidades y se ha manifestado más limitada en cuanto a concepto.

¿Y qué quiere decir esto último? Pues que Barenboim se mostró como el genio de la batuta que es en los momentos más escarpados y tensos de la página, a los que hizo sonar con una fuerza dramática y un carácter visionario impresionantes, pero no terminó de ofrecer ese fraseo efusivo, cálido y digamos “humanístico” que reclaman otros pasajes; incluso por momentos se evidenció cierta falta de concentración en esta interpretación algo más nerviosa de la cuenta en el trazo y tirando a rápida en lo tempi (sesenta y dos minutos).

Lo mejor, para mi gusto, el clímax de primer movimiento, verdaderamente visionario, así como todo el Finale, trazado con una convicción abrumadora. El Andante quasi Allegretto, como era de esperar en Barenboim, resultó mucho antes inquietante que ensoñado, y albergó en este sentido una desazón muy atractiva. El scherzo estuvo muy bien, pero solo eso.

La orquesta, adecuadísima por su sonoridad y cuajada de solistas muy musicales, tuvo diferentes tropiezos -no sólo en los metales- que fastidiaron en más de un momento la audición. La batuta, eso sí, la modeló con asombroso virtuosismo, admirable claridad y mucha atención a los matices dinámicos, desde el pianísimo más inaudible hasta el forte más abrumador. De todas formas la Staatskapelle de Berlín está muy por debajo de esa Filarmónica de Viena con la que Barenboim ofreció en los Proms de 2007 (existe toma radiofónica) una lectura más radical y discutible aún en su planteamiento, pero paradójicamente mucho más convincente que esta de Granada.

Barenboim y sus chicos se fueron corriendo sin esperar a que acabasen los aplausos. Está claro que tenían mucha prisa. El año que viene ofrecerán en el Carlos V las sinfonías Quinta y Sexta de Bruckner y, posiblemente, alguno de los conciertos de Chopin.

3 comentarios:

Pablo J. Vayón dijo...

¿Más Bruckner el año que viene? Pues nada.... Parece que Granada se consolida como el principal pilar bruckneriano al sur del Rin, quién lo habría dicho...

Lovecraft dijo...

Barenboim es un excelente pianista, pero resulta mediocre como director de orquesta. Un producto de telemarketing, igual que Simon Rattle. Buen blog, Saludos.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Muchas gracias.
A mí Barenboim, por el contrario, me parece un director genial. Eso sí, sus criterios a veces son muy radicales y es lógico que a muchas personas no le guste.

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