miércoles, 24 de diciembre de 2008

Sevilla escucha La infancia de Cristo


Idea maravillosa la de programar La infancia de Cristo por Navidad en lugar de las dos o tres obras habituales por estas fechas. La partitura es irregular, desde luego, pero frente a numerosas páginas "de relleno" hay muchas otras de una belleza tal que bien podrían considerarse entre las más inspiradas de Berlioz. Por ello no se entiende que muchos melómanos se quedaran en sus casas (mejor dicho: en las tiendas) y no acudieran al Maestranza. Una verdadera pena, porque además desde el punto de vista interpretativo el nivel fue muy alto en este concierto navideño de la Sinfónica de Sevilla que ahora comento, con retraso, en una tarde de la más apropiada, la de Nochebuena.

Dirigía John Nelson, un buen conocedor del repertorio sinfónico-coral que demostró dominar tanto la técnica como la expresividad. Lo primero lo hizo extrayendo un magnífico rendimiento de la ROSS, fundamentalmente de la cuerda, pues a despecho de unos primeros violines no siempre finos, consiguió que violas y violonchelos hicieran gala de una de las más hermosas sonoridades que les hayamos escuchado. Lo segundo, abordando la obra sin caer en la tentación de aumentar la ya considerable dosis de azucar que contiene, apostando por la sobriedad y un relativo distanciamiento, aunque ciertamente -no vamos a ocultarlo- nos hubiera gustado una mayor variedad expresiva y, sobre todo, una más efectiva teatralidad: a veces resultó algo soso.

Fabulosos Juan Ronda Molina, Vicent Morelló y Daniela Iolkicheva en el trío para dos flautas y arpa que, un tanto forzadamente, incluye Berlioz en la tercera parte. El Coro de la A. A. del Teatro de la Maestranza estuvo, al menos en la función del sábado 20, realmente soberbio en sus numerosas y decisivas intervenciones, incluso en los pasajes a capella; el equilibrio polifónico estuvo francamente conseguido, como también lo estuvieron el empaste y la belleza sonora.

No excepcionales pero sí estupendas las voces, sobresaliendo el joven y fabuloso barítono Armando Noguera como José. Cumplió muy satisfactoriamente Zandra McMaster -ya bien conocida por estas latitudes- como María, derrochó toda la nobleza y elegancia deseables Bertrand Grunewald como el Padre, se mostró algo tosco pero eficaz Renaud Delaigue como Herodes y estuvo irreprochable John Tessier como narrador. Ah: Feliz Navidad a quienes anden leyendo este blog.

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