lunes, 9 de junio de 2008

La ROSS frente a la OFGC

Me gustaba a mí picar a un amigo mío de las Islas diciéndole que la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla es mejor que la Filarmónica de Gran Canaria. Pues bueno, por fin he podido viajar y comparar. El 6 de junio escuché en el Maestranza el Concierto para violín de Beethoven y Noche Transfigurada. En el podio se hallaba el director titular de las dos formaciones, Pedro Halffter. Al día siguiente, en el Auditorio Alfredo Kraus, el Concierto nº 3 del de Bonn y, de nuevo, Verklärte Nacht, más un estreno de un joven compositor local, Ernesto Mateo. Dirigía Günther Herbig. Buenísima oportunidad para comparar.

¿Resultado? Me toca reconocer que, tratándose ambas sin duda de muy buenas agrupaciones, la orquesta insular parece mejor en este momento. La cuerda es sin duda superior, con unos violonchelos de bello sonido y unos violines apreciablemnente más empastados que los sevillanos. Las maderas son ambas equiparables, aunque me dio la impresión de que las de Canarias son más perfectas y que las de la ROSS alcanzan, quizá, un mayor grado de musicalidad. La sección de metales de la OFCG se muestra mucho más segura. Y en la percusión los niveles vuelven a alcanzar el mismo espléndido nivel. Obviamente tendría que escuchar más conciertos en directo para matizar.

Sólo un apunte sobre las interpretaciones. En Beethoven me gustó más la dirección de Halffter, que extrajo un sonido muy apropiado de la ROSS y se mostró muy musical, que la de Herbig, muy solvente pero soso y un tanto blando. Frank Peter Zimmermann fue un témpano de hielo, por muy bello que resultara su sonido, mientras que Josep Colom hizo gala de admirable musicalidad pero tuvo graves despistes en el tercer movimiento. Halffter consiguió magnificos momentos en el Schoenberg pero no logró otorgar unidad a la partitura, mientras que Herbig, algo plano, trazó más satisfactoriamente la arquitectura general y evidenció mayor concentración. Llena de referencias pero muy atractiva la obra de Ernesto Mateo.

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