Complementario del Murciélago que Karajan y la Filarmónica de Viena grabaron para Decca en junio de 1960, comentado en la entrada anterior, es este disco dedicado a Johann y Josef Strauss registrado con anterioridad, días 7 y 8 de abril de 1959.
La obertura de El Murciélago nos ofrece ya a un Karajan que, como va a ocurrir a lo largo de todo el CD, sabe moverse entre la opulencia sonora y el refinamiento extremo sin dejar de ofrecer brío y nervio en grandes dosis, pero también es verdad que por momentos aquí incurre en la delectación excesiva, por momentos bordeando la blandura. En cualquier caso, ¡cómo resistirse ante la belleza de los incomparables cellos vieneses!
La Annen-Polka es un prodigio de refinamiento y elegancia, amén de una demostración del más absoluto dominio de la agógica. El Vals del delirio le permite al maestro desplegar músculo sinfónico al tiempo que trata a la orquesta con la más extrema depuración sonora y aporta la más amplia gama de matices: una maravilla.
La obertura de El barón gitano es verdadera marca de la casa, opulencia y empuje sinfónico mezclados con la más deliciosa chispa vienesa. A la caza, nueva demostración de que se puede mantener la limpieza siendo efervescente a tope.
Para concluir, una gloriosa recreación de Cuentos de los bosques de Viena, hedonista en el mejor de los sentidos, sutilísima y con verdadera magia en los rubatos. El mejor Karajan posible, pues, muy cerca de la inigualable altura de su Concierto de Año Nuevo de 1987.
2 comentarios:
¡Feliz año Don Fernando!
¿Algún día nos brindará su entrada dedicada a ese concierto de año nuevo karajaniano? Respecto al murciélago que comentó del mismo director, estoy de acuerdo con usted; justo me acerqué por primera vez a esa grabación por el morbo de la gala.
Saludos
¡No soy capaz, no tengo talento para escribir sobre ese concierto! En serio.
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