domingo, 1 de enero de 2023

El Muciélago de Karajan de 1960 (el de la gala)

Antes que nada, Feliz Año a todo el mundo.

No he seguido la transmisión del Concierto de Año Nuevo –mal están las cosas: este año Frankie, el próximo Thielemann–. He dedicado la mañana –fastidiosa para mí, porque he caído enfermo– a escuchar el Murciélago por el que me preguntaban ayer: Herbert von Karajan y la Filarmónica de Viena, producción de John Culshaw –es decir, con muchos efectos especiales– para Decca registrada en la Sofiensaal en junio de 1960.

 

La dirección de Karajan es vienesa en el sentido más tópico: refinada, elegantísima y de enorme delectación melódica. Eso sí, nada que ver con la efervescencia irresistible de Carlos Kleiber, como tampoco con la picardía y el recochineo de Willi Boskovsky, que resultaba más auténticamente vienés en su sentido del humor. Karajan despliega belleza sonora a raudales, pero se muestra demasiado comedido. Su antigua versión con la Schwarzkopf no la he escuchado, la verdad.

Waldemar Kmentt hace un bien Eisenstein, pero tanto Hilde Geden como Erika Koth llegan a molestar: soubrettes de otros tiempos, dos jilgueros cursis sin el erotismo que deben desprender sus personajes. Walter Berry canta muy bien a Falke, pero le prefiero en el más humorístico rol de Frank en la versión de Boskovsky. El director de la cárcel corre aquí a cargo de un estupendo Eberhard Wächter. Muy bien el Frosch de Erich Kunz, barítono y no actor: se permite una morcilla para cantar. Giuseppe Zampieri hace un Alfred más bien basto, mientras que escuchar a Regina Resnik como Orlofsky es más morbo que otra cosa.

Aunque claro, para morbo la famosa gala que se incluye en el segundo acto de esta grabación. Agárrense: Tebaldi, Corena, Nilsson, Del Monaco, Berganza, Sutherland, Björlin, Price, Simionato, Bastianini y Welitsch. La mezzo madrileña y el tenor sueco son quienes mejor están. El resto, un poco despistados, aunque no me dirán que tiene su gracia escuchar a Brunilda cantar “I could have dance all night” y a Simionato con Bastianini aquello de “Everything you can do, I can do better”.

Lo peor, la toma sonora: pese a la nueva remasterización –he escuchado la edición que viene en la gloriosa caja de todo Karajan para Decca–, evidencia limitaciones de origen.

3 comentarios:

Manuel Pérez de Rozas dijo...

Feliz Año 2023 ante todo. Siento que no estés bien, si sirve de consuelo mi mujer, mi hijo y yo nos estamos recuperando del segundo COVID [leve, Del Gratias]

Yo de la Gala del Murciélago del 60 me quedo con Leontyne Price cantando Summertime, y no es que yo sea muy fan de Gershwin, precisamente, pero lo que hace Price es de ovación, vuelta al ruedo y salida por la puerta grande...cierras los ojos y ves a Gregory Pack en Matar a un ruiseñor, no digo más...

Insisto, escucha el Murciélago de Krauss, cuando oigas a Dermota y Patzak rivalizando a ver quién tiene la voz más nasal descubrirás la verdad. Y Wilma Lipp es impagable.

El Concierto de Frankie no ha estado mal, eso sí, larguísimo, le ha faltado dar el Acto 1º de El Ocaso de los Dioses [con prólogo y todo] como propina. En el discursito "danubiano" [supongo que se entiende a qué me refiero] ha mencionado a Nietzsche [???]. Entre el público estaba el actor inglés Hugh Bonneville [Lord Grantham en la serie Downton Abbey].

Bueno, salud para todos este 2023 que no se puede pedir mucho más...

xabierarmendariz88 dijo...

La verdad es que la elección de los directores del Concierto de Año Nuevo es previsible. Todos los años, en cuanto acaba, hago mis propios intentos para adivinar los nombres de los años siguientes, y si el año pasado acerté con el nombre de Franz Welser-Möst, este año he acertado también con Thielemann.
Y otra cuestión: hay que hacer notar, especialmente en este último caso, el afán promocional del Concierto de Año Nuevo. Ya se ha apresurado en recordar la orquesta que en 2024, (bicentenario del nacimiento de Bruckner), sale la grabación de las once sinfonías con Thielemann y la Filarmónica de Viena… en fin, detalles como éste, y las “nuevas” versiones de la Radetzky…

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Gracias por los comentarios. Tengo muchos discos pendientes de los Strauss, así que iré poquito a poco. Confieso que es un repertorio que, aunque me gusta, tampoco me vuelve loco. Saludos.

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