lunes, 16 de mayo de 2022

Mi equipo

Pues ya ven, nada especial: un equipo de gama media muy digno, del que estoy contento pese a que dista de la excelencia. Es el que me puedo permitir por mi sueldo y por las circunstancias de mi vivienda, en la que cuento, para mí solito –vivo con mi madre–, con un salón con planta en forma de L de tamaño discreto.

Mi receptor actual es un Denon AVRX2500H, comprado en 2020. Este centraliza todo, incluyendo el Chromecast y el Fire TV de Amazon. Suena de manera muy aceptable y sirve para recibir algunas plataformas de streaming, entre ellas Tidal. Para escuchar Qobuz en alta resolución necesito un programa llamado BubbleUPnP en mi móvil; Chromecast ofrece la resolución HD "castrada" a 48 kHz, así que no me vale. Me gustaría tener un receptor de más calidad, pero el precio se dispara de manera muy considerable.

El reproductor multiformato es un Reavon UBR-X200. Lee SACD y los desaparecidos DVD-Audio. La imagen que obtiene de un Blu-ray es escandalosamente buena. El gran reparo es que cuando metes un pendrive o un disco de archivos de música en formato de datos –FLAC, por ejemplo– deja un gap –una pausa– entre corte y corte. Para lo que me ha costado, ese problema no debería existir.


El televisor es un Samsung UHD 2020 de 50'', por descontado que con 4K y HDR. Los altavoces laterales, central, Atmos y subwoofer son Klipsc; estoy francamente contento con ellos. Los antiguos frontales, unos JBL, los tengo como traseros.

Mi gran deseo es aislar acústicamente la sala para poner la música a volumen suficiente por la noche –vivo en un bloque, con vecinos por todas partes– y para evitar las molestísimas reverberaciones de los cristales. Irme a un unifamiliar para conseguir espacio y aislamiento ni me lo planteo: esta es mi vivienda de toda la vida, posee unas vistas extraordinarias (¡qué alivio durante el aislamiento de la pandemia!) y me siento como en ninguna otra parte.

Ah, estoy abonado a la mayoría de las plataformas: Filmin, Netflix, HBO, Disney, Amazon Prime, Digital Concert Hall, Medici TV... Al melómano y cinéfilo le recomiendo especialmente la primera y la última de las citadas.

3 comentarios:

Juan dijo...

Muy digno equipo tienes Fernando! bien ubicado y completo, se nota que hay una buena acústica, cosa que no permiten tan fácilmente las salas amplias o con otra disposición arquitectónica. Te puedo decir que he escuchado varios set de los que llaman "hi end" con discos muy paladeados por mi, y muchos por no decir muchísimos me han decepcionado al punto de no transmitir ninguna emoción. cosa que me llevaba por fuerza a preguntarme "¿para qué tanta pasta puesta aquí si esto suena pobrísimo?". el precio de las partes integrantes de un equipo no garantiza el sonido final.
Saludos Cordiales!!

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

La acústica no es del todo mala, Juan, porque la planta en L ayuda (las habitaciones rectangulares con esquinas en el fondo son más jodidas). Ahora bien, no he logrado solventar el grave problema de los cristales que tiemblan con determinadas frecuencias graves, ni siquiera utilizando cortinas muy gruesas. Por descontado, tengo alfombras en el suelo y he evitado poner cuadros con vidrios delante. Las estanterías con discos que tengo en la parte trasera también absorben el sonido, al igual que los sofás. En este sentido, estoy contento.

No tengo duda ninguna de que los equipos Hi End suenan mejor. Sí que la tengo en que merezcan la pena: a lo mejor pagas el 200% más que por un equipo normal, pero podría ocurrir que a cambio obtengas una ganancia de solo un 25% de calidad con repecto a uno de gama media. Entiendo que en una habitación relativamente pequeña como la mía tampoco le sacaría mucho partido.

Un amigo me dice que me compre un amplificador de los de varios miles de euros, pero no le veo mucho sentido. Me parece más interesante gastar ese dinero en acondicionar acústicamente la habitación: eso sí que conseguiría una mejora sustancial en la audición. No todo es tener un supér equipo. Además, esa es la historia interminable: ahora que tienes un super aparato de tal, los demás tienen que estar a la misma altura, cambia la tele, luego cambia el reproductor, luego... Y así.

Unknown dijo...

Desde luego, la sala manda. Más que el equipo. Estoy totalmente de acuerdo contigo y el mayor enemigo es el cristal.
Dicho ésto, lo que si que hay en este mundo es un interesantísimo mercado de segunda mano, en el que se pueden encontrar joyas. Hay quien tiene como afición cambiar de equipo por cambiar, y eso genera cosas interesantes para comprar.
Un saludo y muchas gracias por el magnífico Blog, que disfruto habitualmente.

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