sábado, 19 de febrero de 2022

Tchaikovsky en Cleveland del joven Chailly

Brevísima reseña de un disco Tchaikovsky grabado por Riccardo Chailly al frente de la Orquesta de Cleveland en abril de 1984: Romeo y Julieta y Francesca da Rimini.+

La admirable labor de ingeniería de Decca –natural, equilibrada, transparente– ponen de relieve las grandes virtudes de estas recreaciones, que no son sino las puramente formales: trazo perfectamente controlado, depuración sonora, naturalidad con vuelo lírico en el fraseo y una excelente planificación hacia los grandes picos dramáticos. En este sentido, los pasajes que narran las confrontaciones entre Montescos y Capuletos funcionan francamente bien, como también el gran clímax antes del retorno a los infiernos en el otro poema sinfónico.

¿Qué falta para alcanzar la excepcionalidad? Pues esa peculiarísima mezcla de sensualidad y carácter agónico que los pasajes líricos necesitan. En cualquer caso, ni rastro de excesivas ligerezas, blanduras ni amaneramientos. Y es que aquel Chailly de treinta y un años no era, afortunadamente, el Chailly de ahora. Me encantaría saber qué le hicieron a este señor en Leipzig para que pegara tan monumental giro a peor.

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