Acabo de cumplir los cincuenta. Malísima y buenísima noticia al mismo tiempo, según como se mire. “Qué alegría, solo te quedan diez años trabajando”, me ha dicho un compañero. “¿Cómo?” Me dejó frío la respuesta: “Claro, a los sesenta te prejubilas y te dedicas a investigar sobre arte, escribir sobre música y todo eso que te gusta”. Y es que tal cosa ni se me había pasado por la cabeza, porque en todo momento –llevo desde 2000 en la enseñanza– he tenido claro que voy a prorrogar mi vida laboral hasta los setenta, que es la edad de jubilación forzosa en España.
Siento verdadera pasión por escuchar música, y –como saben ustedes– me encanta escribir sobre discos y conciertos. Tengo a la investigación científica sobre temas artísticos –el arte medieval de Jerez y su entorno es mi especialidad– como una labor apasionante a la que no pienso renunciar. Tampoco a la divulgación sobre esos mismos temas y otras cuestiones que tengan que ver a la cultura. Ahora bien, mi vida es la enseñanza. No solo es lo que más me gusta, sino que creo que es aquello para lo que estoy más capacitado y en lo que resulto más útil. Por descontado que en este mundillo se sufren muchos sinsabores, y que desde que comenzó la pandemia lo que a estos nos dedicamos nos hemos quemado mucho. En mi caso doblemente, debido a mi implicación en el fascinante pero muy exigente proyecto del Bachillerato Internacional –para que ustedes me entiendan, lo que se va a estudiar la princesa Leonor a Gales–. Pero por muy cansado que esté, me resulta imposible concebir mi vida sin las clases, sin el contacto directo con los alumnos, sin el emocionante, revelador y altamente satisfactorio proceso de enriquecimiento bidireccional que supone ejercer la docencia con chavales que están a punto de empezar su proceso definitivo de maduración.
¿La muerte? Nunca se sabe, porque las mutaciones del virus andan amenazando, pero de momento tendrá que esperar. Aunque me queda un día menos, eso seguro.
PD. La foto es de hoy, en un restaurante en el que mi madre y yo hemos ido a festejar.
12 comentarios:
Muchas felicidades! Cuídese, cuánto me hubiera gustado tenerle de profesor (terminé el instituto hace dos años). Aunque suene exagerado, hasta hubiera valido la pena trasladarme a Jerez
Fernando, espero que tus alumnos se den cuenta de lo afortunados que son por tenerte de profesor. Felicidades y que cumplas muchos más.
¡Muchas felicidades Fernando! Desde hace 6 años aproximadamente que descubrí su blog, he aprendido muchísimo de música y le agradezco por compartir su conocimiento y opiniones con nosotros. Le deseo lo mejor siempre. Un abrazo desde México.
Muchas felicidades Fernando, y a seguir cumpliendo.
Nunca entenderé a los que se quejan de cumplir años, que se lo digan a los que nunca pudieron cumplirlos.
Felicidades por el medio siglo, Fernando! Ahora a cuidar la vela, que la procesión es larga.
Un abrazo virtual,
Cristian.
Bienvenido a la segunda juventud. En cuanto a lo de la jubilación, todo llega pero no hay por qué precipitarlo ni alargarlo sin razón: cada momento trae su afán y ese, ya llegará. Enhorabuena y a seguir ilustrándonos, a sus alumnos y a sus lectores. Un abrazo desde La Rioja.
Felicidades desde La Palma, en Canarias. Gracias por todo lo que compartes; tu blog es una de mis lecturas “obligatorias”. Felicidades desde La Palma, en Canarias, de un colega agradecido.
Bravo por los nuevos y maravillosos años que viviste. Y ahora con ese bagaje cultural que te caracteriza, la vida te ofrecerá caminos sorprendentes en los que serás muy feliz. Abrazo.
Felicidades por tus primeros cincuenta! Y millones de gracias por compartir tus gustos e inquietudes, muchos aprendemos con cada una de tus entradas. Salud y un fuerte abrazo!
Felicidades.
Me alegro que sigas enamorado de tu profesión, con lo que nos está cayendo. Pero así es como hay que vivirlo.
Y gracias por seguir comentando y hablándonos de música: para mí las versiones que recomiendas en general son las definitivas, pues suelo estar de acuerdo con tu valoración casi siempre. Otras veces son descubrimientos inestimables para mí.
Un saludo desde Almería.
Carlos Alberto.
Felicidades.
Me alegro que sigas enamorado de tu profesión, con lo que nos está cayendo. Pero así es como hay que vivirlo.
Y gracias por seguir comentando y hablándonos de música: para mí las versiones que recomiendas en general son las definitivas, pues suelo estar de acuerdo con tu valoración casi siempre. Otras veces son descubrimientos inestimables para mí.
Un saludo desde Almería.
Carlos Alberto.
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