lunes, 13 de abril de 2020

En el nombre del padre, de la madre, del hijo y del santo espíritu mozartiano

No estoy cansado de estar frente al ordenador: estoy “reventao”. Solo unas líneas sobre el nuevo regalo de Daniel Barenboim en la Pierre Boulez Saal de Berlín, esta vez en complicidad de su hijo Michael Barenboim al violín y de su señora esposa –y madre de la criatura– Elena Bashkirova pasando las páginas: Sonatas nº 32 y 33 para violín y piano (o para piano y violín, o para tecla y violín, como ustedes quieran) de Wolfgang Amadeus Mozart.

Hoy mismo he escuchado las grabaciones de la KV 454 por Midori Seiler y Jos Van Immerseel y de la KV 481 por Henryk Szeryng e Ingrid Haebler, más las que de ambas sonatas realizaron en 1983 Itzhak Perlman y el propio Barenboim para DG en 1983. ¿Está Barenboim mejor que en aquel registro, en el que ya hacía gala de una considerable inspiración? Quizá, no estoy del todo seguro. Pero sí me parece obvio que su toque es ahora aún más sensible. Y más hermoso su sonido, circunstancia que no tiene que ver solo con el uso de su nuevo piano. En cualquier caso, creo que lo importante es que cada día conecta más con eso tan difícil de explicar como fácil de sentir que es el “espíritu mozartiano”: si fue él quien defendió con radicalidad allá por los años sesenta que el piano del salzburgués no debe sonar ingrávido ni como una cajita de música, ahora él mismo ha sabido integrar aspectos como la sensualidad, el encanto y hasta lo amable, a los que hasta ahora había procurado mantener a raya. El resultado, un Mozart perfecto en concepto y en materialización.

Michael Barenboim me defraudó en su reciente grabación de los Tríos con piano de Mozart junto a su padre y a Kian Soltani: sonido demasiado débil y un punto estridente en el agudo, no mucho vuelo poético y tendencia excesiva a los portamenti. Esta vez me ha gustado bastante, contra todo pronóstico. Su sonido me ha parecido más carnoso, le aprecio mayor lirismo y los portamentos, solo puntuales, han sido sensatos y pertinentes. ¿Tal vez su madre, con la que sin duda han ensayado, ha sido más estricta con él que el pater familias? Podría ser. Michael me ha gustado tanto como "el tito Itzhak".

Ya saben: el vídeo estará en YouTube solo tres días. El viernes ponen otro.

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Para lo que ha quedado la Gheorghiu

Por supuesto, yo ya ando en casa. Escribiré poco a poco sobre lo que he escuchado en Bucarest.