lunes, 22 de julio de 2019

La Heroica de Giulini en Los Ángeles

He repasado la Heroica beethoveniana que registró Carlo Maria Giulini al frente de la Filarmónica de Los Ángeles para Deutsche Grammophon en noviembre de 1978, esta vez en la descarga en alta resolución que, con toma sonora que ya era espléndida antes y ahora llega a deslumbrar, circula desde hace poco por la red. Confirmo mi idea inicial sobre la misma: una muy notable interpretación en la que hay cosas interesantísimas, pero globalmente no a la altura de quien fue uno de los más grandes maestros del pasado siglo.


Cierto es que la elegancia, la naturalidad y la claridad son asombrosas –revelador juego de maderas en el movimiento inicial, sin ir más lejos–, pero a mi modo de ver parte de la recreación se ve lastrada por una extraña blandura, sobre todo en el primer tema del referido Allegro con brio y, sorprendentemente, en un Scherzo dicho con elegancia y con la misma admirable depuración sonora de la que el maestro italiano hace gala a lo largo de toda la obra, pero escaso de la fuerza y de la vitalidad que necesita.

La marcha fúnebre comienza algo tristona, pero luego adquiere la suficiente elocuencia poética. Obviamente Giulini no pretende ofrecer una lectura rebelde o escarpada de esta música, sino más bien esa mezcla de dolor, reflexión y sentido humanístico, revestida de la más exquisita belleza formal y contenida por un desarrolladísimo sentido de la mesura digamos “clásica”, que caracteriza su personalidad interpretativa.

El último movimiento, expuesto con perfecta lógica y admirable transparencia, vuelve a ser antes apolíneo que dionisíaco y llega a resultar un punto distanciado, lo que no le impide a Giulini alcanzar verdadera excelsitud lírica en la variación nº 9 (¡escuchen desde 6’47’’!) y luego alcanzar enorme grandeza en la nº 10, cuya atmósfera digamos “gótica” (desde 11’23’’) también se encuentra admirablemente conseguida. La coda está llena de fuerza sin necesidad de ceder al arrebato. A la postre, y pese a los reparos antes expuestos, la interpretación hay que conocerla.

¿Mis intérpretes favoritos de la obra? Fürtwangler, Klemperer, Barbirolli, Kubelik y Barenboim.

No hay comentarios:

La Bella Susona: el Maestranza estrena su primera ópera

El Teatro de la Maestranza ha dado dos pasos decisivos a lo largo de su historia lírica –que se remonta a 1991, cuando se hicieron Rigoletto...