jueves, 2 de junio de 2016

Una oportunidad para el concierto para violonchelo de Prokofiev: Isserlis con Järvi

¿Han escuchado ustedes el Concierto para violonchelo de Prokofiev, aquel con el que fracasó en su estreno en noviembre de 1938? Probablemente no. No se preocupen: hay muy pocas grabaciones del mismo, y con toda la razón porque la segunda versión que el autor hizo de la misma, la Sinfonía concertante, resulta aplastantemente superior a la primera, llena de ideas felices pero en exceso deslavazada y sin una idea expresiva clara detrás.

Hasta ahora yo solo conocía una interpretación, la de Janos Staker junto a Walter Susskind y la Orquesta Philharmonia (EMI, 1956), lastrada por una pobre toma sonora. Pues bueno, aquí hay una opción reciente de considerable calidad artística y técnica, la de Steven Isserlis, Paavo Järvi y Sinfónica de la Radio de Frankfurt registrada por el sello Hyperion en 2013. En ella encontramos un solista de sonido bello y fraseo muy ágil interpretando la obra con gran vivacidad, angulosidad y sentido teatral, secundado por una batuta en la misma línea, incisiva y nerviosa, irreprochable en el estilo y atenta a los aspectos irónicos de la partitura, así como minuciosa en el tratamiento de timbres y líneas instrumentales. La audición me ha permitido reencontrarme con los muchos valores que hay en la partitura, aunque globalmente me haya aburrido un tanto. Y no, la culpa no es de los intérpretes.


Pocas dudas caben, por el contrario, sobre la calidad musical del Concierto para violonchelo nº 1 de Shostakovich, que conoce asimismo una interpretación muy satisfactoria en este mismo disco. Tal vez espoleado por un Isserlis que venía de la filmación junto a Currenztis realizada tan solo unos meses antes, el casi siempre eficaz pero raramente inspirado Paavo Järvi se muestra aquí por completo comprometido con la partitura y ofrece una recreación magníficamente trazada –salvando algún pasaje en exceso acelerado del último movimiento–, de muy apreciable claridad, rica y adecuadamente incisiva en el colorido, y atenta a poner el dedo en la llaga subrayando los aspectos más expresionistas de la escritura. Como en el registro junto al maestro griego, el solista vuelve a mostrarse ideal para poner de relieve el carácter alucinado de la obra, muy particularmente esa mezcla de sarcasmo, rebeldía y desesperación que caracteriza los dos movimientos extremos.

Ahora bien, debo reconocer que hay algo en Isserlis que ya estaba en la filmación referida –he vuelto a verla– que en su momento no me molestó, pero ahora sí que lo ha hecho: la drástica reducción del vibrato en algunas de las frases del Moderato. Quizá el chelista británico pretenda ahondar en el carácter desolado de la página, pero lo que consigue es más bien una expresividad algo lánguida que no le conviene a la obra. Por otra parte, el clímax de este segundo movimiento no resulta ahora tan turbulento como en la grabación con Currentzis.

De propina, una simpática marcha de Prokofiev de minuto y medio de duración. La toma sonora es espléndida y luce especialmente escuchando la descarga en HG. Recomendable.

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