En dos días consecutivos he tenido la oportunidad de escuchar sendas
versiones del Harold en Italia de Berlioz a cargo de Lorin Maazel: la
que grabó para Decca en 1977 con la Orquesta de Cleveland, de la que por
entonces era titular, y la toma en vivo que editó Deutsche Grammophon en
1985 –el registro será del año anterior, supongo– con nada menos que la Orquesta
Filarmónica de Berlín, formación con la que estaba estrechando unos lazos que
decidiría romper más adelante, cuando los músicos no cuentan con él
para convertirle en sucesor de Karajan.
En la grabación de Cleveland, por cierto de notable sonido, la gran
técnica del maestro queda clara en el excelente trazo global, el magnífico
tratamiento de los planos y la irreprochable sonoridad de la magnífica
orquesta. Su olfato musical, en la convicción y la sinceridad expresiva –nada de
amaneramientos ni excesos– que desprenden su aproximación. Por desgracia,
en inspiración poética se queda algo corto, no terminando de profundizar en las
diferentes atmósferas tan diferentes entre sí que propone la partitura. En la
misma línea, notable pero no muy elevada ni emotiva, se encuentra la viola de
Robert Vernon, nombrado poco antes primer atril de la formación
norteamericana.
La interpretación de Berlín resulta algo diferente, porque aquí Maazel se
toma las cosas con bastante más calma (41’45’’ frente los 40’07’’ de antes,
aunque el segundo movimiento vaya ahora más rápido) y otorga un toque meditativo, sensual y melancólico a la obra que le viene muy bien. Claro que la
diferencia no viene dada solo por los tempi, sino también por la idiosincrática
sonoridad de la orquesta y por la musicalidad de sus solistas, particularmente
de un Wolfgang Christ de sonido aterciopelado y elevado vuelo lírico. Se podrán
preferir enfoques más extrovertidos y fogosos –pienso en Menuhin con Colin
Davis, 1962–, pero esta interpretación me parece excelente y se completa con una
muy buena obertura de El carnaval romano.
Un cajón de sastre para cosas sobre música "clásica". Discos, conciertos, audiciones comparadas, filias y fobias, maledicencias varias... Todo ello con centro en Jerez de la Frontera, aunque viajando todo lo posible. En definitiva, un blog sin ningún interés.
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2 comentarios:
Yo conseguí hace poco el vinilo de la versión Zukerman/Barenboim y me pareció alucinante de verás. Gracias por todo y que te repongas pronto.
Muchas gracias. Lo cierto es que la versión de Barenboim no la conozco. Sí tengo la del propio Zuckerman con Dutoit, que me gusta muchísimo por parte del solista y un poco menos por la del director. Saludos.
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