Recojo a continuación las grabaciones que he podido escuchar, incluyendo la duración de cada una de ellas. Obviamente faltan nombres en la lista, entre ellos los de Freitas Branco, Odón Alonso, Antomio de Almeida o Jesús López Cobos para Telarc. Al final de cada comentario incluyo, como siempre, la puntuación de uno a diez que creo que merecen, teniendo muy en cuenta que la deficiente calidad sonora de buena parte de las grabaciones puede alterar seriamente la percepción de las cualidades interpretativas. La del citado Gómez Martínez termina siendo, a mi entender, la más recomendable de todas las escuchadas, tanto por los resultados artísticos como por la toma de sonido.
1. Arbós/Sinfónica de Madrid (VAI, 1929, duración: 6’53). Importantísimo documento este que nos ofrece la primera grabación de la obra, a cargo de la orquesta y el director que habían estrenado la partitura dieciséis años atrás. Y hay que añadir que Enrique Fernández Arbós parece dirigirla de manera notable, con sensualidad, gracia y mucho salero, aunque hemos de reprochar seriamente los insufribles portamenti –muy de la época– de un primer violín no muy bien afinado. También es verdad que el clímax con la Marcha Real suena muy confuso, aunque esto podría deberse fundamentalmente a una grabación que, como es lógico, está llena de insuficiencias. (7)
2. Poulet/Sinfónica de Londres (Dutton, 1953, duración: 7’41’’). Aquí sí encontramos a una orquesta de primera capaz de hacer justicia a la virtuosística instrumentación del compositor sevillano, así como una toma sonora que, aun siendo monofónica, ofrece al menos un poco de dignidad. Por desgracia, Gaston Poulet no llega a la altura de Arbós: dirige con entusiasmo, colorea un tanto a la francesa a las maderas –lo que no es ningún disparate– y subraya algunos detalles incisivos de la orquestación, pero no termina de paladear las melodías con el suficiente encanto. (7)
3. Argenta/Orquesta Nacional de España (Almaviva, 1954, duración: 9’38’’). Grabación en vivo, de dinámica comprimida y claros desequilibrios –molestan los platillos en primer plano– que nos trae a un Argenta brillante y comunicativo, más que sutil, frente a una orquesta con limitaciones. (8)
4. Irving/Royal Philharmonic Orchestra (HMV, fecha indeterminada, duración: 7’59). Un director especializado en ballet, el británico Robert Irving, ofrece una lectura colorista y muy ágil, de trazo seguro aunque algo rápido y no del todo matizado, que se beneficia de una orquesta en plena forma cuyas maderas cantan con mucha belleza en la primera sección de la obra y cuyo flautín ofrece un apreciable virtuosismo. La grabación llegó a circular en estéreo, pero lo que yo he conseguido escuchar es un mediocre trasvase desde un vinilo monofónico. (7)
5. Argenta/Orquesta Nacional de España (Columbia, 1957?, duración: 8’49’’). Esta grabación en estudio, de estéreo más bien primitivo, permite apreciar mejor que la anterior el arte de don Ataulfo, quien aun teniendo que lidiar con las limitaciones de la orquesta de la que era titular, parece ofrecer aquí una recreación más rica, matizada y sensible, quizá la mejor hasta ese momento. (9)
6. Bátiz/Filarmónica de Londres (IMG-Regis, 1981?, duración: 7’37’’). El mexicano Enrique Bátiz es un maestro vistoso y con garra, pero su visión de la obra, virtuosística y poderosa –brillantes los metales–, resulta parca en inspiración melódica –la batuta lleva prisas– y más bien tópica a la hora de atender a los aspectos folclóricos de la pieza. Dicho de otra manera: interpretación vistosa pero un tanto basta, incluso más ruidosa de la cuenta. La toma sonora no es gran cosa. (7)
7. Gómez Martínez/Sinfónica de Hamburgo (MDG, 1996, duración: 9’30). Un alivio escuchar por una vez a un director que arrincona los tópicos folclóricos para deleitarse con sosiego –se trata de la interpretación más lenta de todas– en las hermosas melodías de Turina y en los aspectos más ensoñados, diríase que pseudoimpresionistas, de una página que definitivamente ofrece más posibilidades de las que hasta ahora parecía. Además, el maestro granadino hace uso de pinceles finos, traza con cuidado y planifica con claridad: por fin se escucha el clímax de la procesión con grandeza y sin el habitual barullo. Eso sí, le faltan la gracia y el salero de un Arbós y un Argenta. Muy notable la toma sonora. (9)
8. Bragado Darman/Orquesta Sinfónica de Castilla y León (Naxos, 1998, duración: 9’05). Sin poseer una particular inspiración, el maestro madrileño consigue una lectura de enorme equilibrio entre los aspectos extrovertidos e introvertidos de esta página, entre los coloristas y los melódicos, ofreciendo buen gusto, haciendo gala de un trazo cuidadoso –se escuchan detalles en la orquestación hasta ahora inadvertidos– y obteniendo un notable rendimiento de la orquesta. Lástima que la toma sonora, siendo muy buena, resulte algo estridente. (8)
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