Me sorprendió en el concierto de la Orquesta Sinfónica de la Radiotelevisión Española del pasado viernes 18 que el maestro Carlos Kalmar, titular de la formación, ofreciera al público madrileño –elevadísima media de edad, por cierto– una breve presentación de las obras que a continuación iban a interpretar. Creo que fue un enorme acierto, no solo porque lo hiciera muy bien –y con bellísimo acento uruguayo–, sino porque entiendo que con una buena labor pedagógica previa se obtiene un disfrute mucho mayor de cualquier creación artística. Una iniciativa que ojalá se extendiese a todo tipo de orquestas y auditorios, aunque creo que la misma no exime de ofrecer unas notas al programa medianamente dignas. En este sentido, la hojita que ofrece la RTVE es patética. ¿Tan difícil resulta que algún funcionario de la entidad realice extractos de la información que se puede encontrar por internet?
La velada se inició con la Sinfonía nº 70 de Franz Joseph Haydn. Una más de las ciento cuatro. Entiéndaseme: otra maravilla dentro de ese fabuloso catálogo de ingenio e inspiración que nos regaló el genial compositor. Kalmar optó por una articulación en buena medida historicista, no tanto en lo que a incisividad en los ataques se refiere – que la hubo, aunque se evitó toda brusquedad– sino más bien en la muy considerable reducción del vibrato; los miembros de la formación radiotelevisiva respondieron a la demanda con un excelente autocontrol de la mano izquierda. Expresivamente el maestro no se dejó influir, sin embargo, por las nuevas corrientes de interpretación haydiniana. Vamos, que no ofreció un Haydn frívolo, pimpante, excesivamente ligero o mirando al mundo rococó. Tampoco fue el suyo un Haydn denso, musculado y cargado de pathos. Resultó más bien adusto y severo –sobre todo en el Menuetto–, de un neoclasicismo marmóreo, poco risueño, con escaso espacio para la chispa y la sensualidad. En cualquier caso, sensato y musical. Lástima que algunos aplaudidores empeñados en demostrar que sabían que la sinfonía había terminado se cargaran la broma final haydiniana.
Primera vez que escucho una obra del compositor catalán nacionalizado estadounidense Leonardo Balada (n. 1933), a la sazón presente en la sala. Se trata de la Sinfonía en negro, homenaje a Martin Luther King escrito en los años sesenta por encargo, como señaló el propio Kalmar, de la RTVE. Razón añadida para programar esta página junto con una mucho más importante: la obligación que tiene una orquesta radiotelevisiva de contribuir a la difusión de repertorios nacionales menos transitados. Me pareció estupendo que se tocara y me interesó mucho escucharla, pero confieso que no me pareció buena música: salvando las apreciables y bienvenidas influencias stravinskianas, me resultó una partitura insulsa, deslavazada, con mucho “efecto especial” pero con poca sustancia dramática y divagando en exceso. También un punto tontorrona. Sí, ya sé que Janácek también utilizó el sonido de cadenas reales para hablar de la opresión, pero el resultado no tiene nada que ver.
Segunda sinfonía de Rachmaninov para terminar. Con la comparativa discográfica que ofrecí en este blog creo que queda claro mi amor por la obra. Kalmar brindó una interpretación de fraseo amplio y cantabile, muy paladeada, magníficamente desmenuzada, por completo ajena a precipitaciones y a esos excesos a los que esta música –sobre todo en el último movimiento– tanto se presta. Muy hermosa, en suma, pero también en exceso ajena a la vertiente más atmosférica y ominosa de la partitura, y desde luego un tanto ayuna de la tensión y de la garra dramática que necesita para terminar de funcionar. En este sentido se quedó a medio camino, aunque globalmente fue una lectura apreciable y hubo logros importantes por parte de la batuta, como el pasaje fugado del segundo movimiento o la admirable grandeza que consiguió en el final.
La orquesta, en su mejor momento: perfecto el empaste de cada una de las secciones e irreprochable la sonoridad global. La excelente acústica del Teatro Monumental hizo el resto. Ah, el 23 de noviembre La 2 de TVE tiene previsto emitir el concierto. Dicho queda.
4 comentarios:
Traub hace comentarios de vez en cuando antes de una obra. Me da la impresión que es una costumbre que se extiende.
Sí, yo una vez le escuché comentarios a Traub, pero creo que fue porque era una ocasión especial.
Este concierto se emite, sin la 70 de Haydn, por problemas de duración, este sábado 16 de noviembre por la 2 de TVE
https://www.facebook.com/events/1394149817492616/
CON PERMISO, CUELGO TU CRÍTICA EN EL EVENTO CRADO PARA ANUNCIARLO. GRACIAS!!!
Pues muchas gracias pro el enlace. No podré ver la retransmisión, pero estaré atento a la "TVE a la carta".
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