La mañana comenzó con Le toumbeau de Couperin, de Ravel, rindiendo homenaje al mismo tiempo al país donde se celebraba este concierto europeo y al marco barroco en el que tenía lugar. Barenboim realizó una aproximación vitalista y extrovertida, no exenta de sentido del humor, y desde luego muy alejada de lo decadente, pero se quedó corta en sensualidad, poesía, elegancia y refinamiento. Con la misma orquesta y de nuevo un primero de mayo, Pierre Boulez ofrecerá en 2003 una interpretación no del todo efusiva, pero en conjunto más convincente.
A continuación vino el Concierto para piano nº 13 de Mozart, obviamente con el propio Barenboim como solista. La interpretación estuvo en la línea de su rotunda, enérgica, concentrada y un punto en exceso severa grabación de 1967 para EMI, solo que ahora con un piano mucho más rico, imaginativo y matizado, apostando por incluir más luminosidad y encanto, como también interesantes acentos sombríos que ejercen de adecuado contraste; en la penúltima sección del tercer movimiento asoma un asombroso amargor dramático. La orquesta alemana resulta obviamente más robusta y poderosa que la English Chamber, quizá también más sensual. Una maravilla, en suma, que ustedes pueden ver y escuchar ahora mismito si les apetece.
Finalmente, la Heroica de Beethoven. En el que es el primero de sus registros de la obra el de Buenos Aires hace gala, como no podía ser menos, de un irreprochable lenguaje beethoveniano y de una perfecta sintonía con el contenido expresivo de la partitura, a la que aborda con decisión, sentido dramático y no poco amargor, sacando excelente partido del sonido robusto de la orquesta y de la musicalidad de sus solistas; sabe además mantener el pulso, el equilibrio polifónico y un fraseo siempre flexible y natural. La cuestión es que esta lectura un tanto adusta será enriquecida en sus acercamientos posteriores no solo con un grado superior de inmediatez y tensión sonora, sino también -especialmente en sus interpretaciones recientes junto a la WEDO- con superiores dosis de calidez, lirismo e incluso sentido del humor. Con mayor variedad expresiva, en definitiva.
15 comentarios:
Adquirí recientemente la original TDK, grabada por las dos caras. Hablando de la interpretación, evidentemente Barenboim se ve que está en su salsa, que domida el lenguaje bethoveniano, pero particularmente no me gusta en el primer movimiento que ralentice tanto los movimientos lentos, para mi gusto.
No puedo reprimir el comentar que el proximo martes recibiré
Das Konzert - November 1989: Beethoven/Berliner Philharmoniker/Daniel Barenboim [Alema...
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Carrascosa dijo en su blog que esta es , en su opinión, la más grande séptima de Beethoven. Por supuesto que la estoy esperando para compararla con la de Carlos Kleiber/Concertgebouw (DVD, junto con la 4ª),o Furtwangler 1943.
Saludos y FELIZ AÑO.
Personalmente no me molesta esa ralentización; al contrario, más rápido me hace poca gracia.
El concierto del muro de Berlín me parece fantástico, aunque no tengo nada claro que esta sea "la mejor" Séptima de Beethoven. En realidad, no tengo ninguna interpretación favorita de esta obra. Pudiera ser quizá la siguiente, por cierto recién lanzada en Europa en una caja gorda y barata de EMI:
http://flvargasmachuca.blogspot.com.es/2009/06/klemperer-1968-un-beethoven-genial-y.html
Evidentemente estamos hablando de gustos. Generalmente, la mayoría de las versiones de la tercera que conozco, salvo Klemperer (la estéreo de la integral EMI), Furtwangler/Berlin 1952 (la de EMI es más rápida), Barenboim y algunas más, todos los restantes eligen tempi que hacen honor al Allegro con brio, aunque, en muchos casos,distintos entre si.
Erich Kleiber, en su versión del 11-04-1953 con la Filarmónica de Viena, realiza una interpretación tan rápida como algún historicista, y, a pesar de ello, no tiene uno la sensación de que no deje respirar ni cantar a la música (versión intensa, lírica e intimista a más no poder, a partes iguales). Dentro de las versiones que conozco es esta la versión más antigua y más moderna (en cuanto a concepto)al mismo tiempo. Por consiguiente, entiendo que el mensaje o la expresión musical no sólo se transmite con la mayor rapidez o lentitud de los tempi sino con la forma de articular cada frase musical dentro de las proporciones debidas e intensidad del sonido que se requiere en cada momento.
Sobre la de Klemperer que reseñas no la he escuchado. Sólo conozco la estéreo de Emi y la mono, también de Emi de 1955.Mis prefrerencias se acercan más a la estéreo.
Sobre esta de Barenboim estamos de acuerdo en que, dentro de su estilo, es una gran versión, pero este concepto tan lento de tempi particularmente no me gusta, y me gusta menos a medida en que voy acostumbrando el oido a las interpretaciones más modernas.Tampoco estoy defendiendo implicitamente a Chailly, paradigma del asesino profesional de las sinfonías de Beethoven. Jarvi, con tempi similares, deja respirar mucho más a la música. ¿Por qué será?.
Por cierto, estoy alucinado con el esplendoroso sonido (transparente y brillante) de la Orquesta de Cámara de Bremen en el Beethoven de Jarvi, creo que suena mejor (o más bonito)que Minnesota para Vanska.
http://flvargasmachuca.blogspot.com.es/2009/06/klemperer-1968-un-beethoven-genial-y.html.
Sobre esta versión, ya había visto tu artículo. Lo busqué en el Emule pero no lo encuentro. Lo que si se puede bajar, a parte de la integral Emi, es una que no conocía (integral): Live Viena 1960 (sonido regular), con la Philharmonía o New..
Por cierto, se había acusado a Klemperer de demasiado moroso en las versiones estéreo de 1958-1960 para Emi, prefiriendo muchos las mono de 1955 (más o menos). ¿Qué pasa entonces con esta de 1968? ¿Qué tempi sigue?
Esa séptima de Klemperer de 1968 es morosa a más no poder, una séptima "reumática", una excentricidad sin gracia ninguna en mi opinión. Me parece mucho mejor la de Barenboim de 1989 sin ser mi preferida, seguramente me quedaría con alguna de las de Kleiber o incluso Bernstein/Viena.
Referente a las séptimas de Kleiber (Carlos, toda vez que tampoco hay que olvidar la del padre, Erich/Concertgebow, para Decca), en CD siempre se ha mencionado la de DG, que viene en el CD con la famosa 5ª. Nunca me ha gustado esta versión. No se le observa por ninguna parte la chispa que se espera en Kleiber (desconozco si es culpa también de la toma sonora). No obstante, muchos aficionados, no sé si la escucharon o no, la referencian como la indiscutible en CD.
No obstante tampoco se ha discutido que la del DVD (Philips, con la 4ª) era y es superior. Personalmente también me lo parece. Dicen que en Japón circula una (de Kleiber, por supuesto)que es la "leche", la mejor de todas.
En cualquier caso, teniendo en cuenta la del CD y DVD mencionadas, ahora me quedo con otra, con la Live,3-05-1982 (ORFEO C700051 B), orquesta de la Bayerisches Statsoper. Estuve comparando esta versión con la moderna de la integral de Chailly (en cuanto a intensidades y tal). Pues bien, dentro de una tensión, tempi y decibelios muy similares, Kleiber hace música: reposa, matiza, regula, enlaza frases de forma magistral. Chailly, por el contrario es un correcaminos.Le falta, entre otras, la sutiliza de Don Carlos.
Únicamente dejar constancia.
Si, la séptima del Das Konzert - November 1989: Beethoven/Berliner Philharmoniker/Daniel Barenboim, me parece una de las grandes séptimas.No obstante, dentro de las conocidas, seguramente hay 7 u 8 del mismo nivel. Cuestión de gustos, como siempre.
Me alegra que te gustara la Séptima "del Muro de Berlín". Las Séptimas de Kleiber hijo me gustan bastante, pero personalmente no las pondría por encima de Kubelik o Solti. Lamrnto no poder participar más en los comentarios: mi retorno al pueblo donde trabajo me tiene muy atareado por diversas cuestiones. Un saludo.
La septima del muro de Berlin me parece demasiado precipitada, sobre todo el ultimo movimiento que va a toda pastilla y se come unas pocas de notas. Mucho mas me gusta la del DIVAN, que tuve la suerte de verla en directo en Cordoba en la Mezquita en uno de los conciertos mas magicos que he vivido, digno de haberse grabado en directo, con una pastoral que me emocionó hasta el infinito.
Estas navidades me he comprado la septima que grabara Klemperer con la New Philarmonia para EMI en un disco que solo esta disponible en Japon y en vinilo en una serie llamada supercuts. Esa version es de antologia.
Fernando:
Estoy escuchando el Beethoven de Herbert Blomstedt/Staastkapelle Dresden (Brilliant
, de la década de los 70, y estoy alucinando con lo que escucho.
No puedo entender como este Beethoven no estaba referenciado en las principales guías que conozco (Guía sinfónica de Scherzo y Guía de las mejores grabaciones de música clásica en CD, de Francisco Camino).
En classicstoday Hurwitz le pone 10, diciendo que es uno de los grandes.
No me lo puedo creer, Szell atacado e igualado, sino superado, con sus propias armas: incisividad, claridad, equilibrio, belleza sonora (Staastkapelle). No hay sinfonía floja en mi opinión, ni siquiera la 5ª donde Hurwitz establece una pequeña duda al no comenzar con la energía de Carlos Kleiber. No, no, no le falta nada, simplemente es un concepto distinto pero no por ello menos grandioso.
En España somos dos (como mínimo) los que decimos o hemos dicho que la Staatskapelle de Dresden era (años 70-80, no sé ahora)la mejor orquesta de Europa: Un crítico solvente, riguroso, con una larga trayectoria (Pérez de Arteaga)y un aficionado neofito, atrevido en todo caso, que cree entender de algo de lo que no tiene ni idea (quien firma esta nota). Cuando dos representantes de los dos extremos del conocimiento se juntan, tal vez sea cierta su apreciación.
Por mi parte añado,la mejor orquesta del mundo junto con Cleveland y Chicago cuando la dirigía Solti.
Muchas gracias por los comentarios. De esa integral no conozco nada, me temo, La comentó no hace mucho Ángel Carrascosa en su blog:
http://angelcarrascosa.blogspot.com.es/2012/05/las-9-sinfonias-de-beethoven-por.html
En cuanto a la Staatskapelle de Dresde, la de la era analógica nunca ha llegado a entusiasmarme, al menos por el famoso ciclo Strauss de Kempe. La orquesta más reciente sí, eso desde luego. Por cierto, tuve la ocasión de escucharla en directo en 1992, ¡en el foso del Maestranza!, haciendo El Holandés Errante bajo la dirección de Peter Schneider.
Muchas gracias por la rápida contestación. He leido ahora el comentario de Carrascosa y aunque las ve notables o de notable alto, no le entusiasman.
Personalmente me uno a estas otras opiniones:
http://orfeoed.com/melomano/2012/articulos/discos-recomendados/beethoven-integral-de-las-sinfonias/
http://www.classicstoday.com/review/review-7593/
Fernando:
Respeto tu opinión sobre las dudas de la Staatskapelle de Dresden de los 70-80, pero te ruego que considres estos datos:
1) Buceando por internet, todas las páginas que he podido observar sobre el sonido de la orquesta en esos años, hablan maravillas.
2)El ciclo Brahms con Kurt Sanderling de 1971-72, una de las principales bazas que se le atribuye es el magnífico sonido de la orquesta (que junto con la dirección pausada, transparente y equilibrada de Sanderling hace que sea uno de los ciclos más importantes).No he escuchado primera de Brahms con sonido más bello ni más atractivo que esta.
3)Los años 80.- Si comparas el sonido de la Sataatskapelle de Dresden en los conciertos para piano de Beethoven con Arrau/Davis, con los mismos por Berlin, Pollini/Abbado,principalmente (o lo que más me ha llamado la a tención)en el primer tiempo (desde que arranca la orquesta en los primeros compases del Emperador), se observa claramente, hasta para uno que sólo sea experto en charangas de pueblo, que no hay color, a favor de Dresden claro.
Nada más. Si luego sigues opinando lo mismo pues vale, pero quería que tuvieras esta opinión complementaria o añadida. Algo parecido le he dicho a Angel Carrascosa después de visitar su página, toda vez que opina lo mismo que tú.
Bien, pues como seguramente mis conceptos musicales no están tan arraigados como los de otras personas más duchas y expertas, me veo en la necesidad de volver a intervenir para rectificar parcialmente mis primeras apreciaciones sobre la tercera de Beetohven objeto de este artículo.
La he vuelto a escuchar esta mañana y me parece una tercera muy pero que muy relevante. Una tercera que emociona de verdad, por brio, drama, contrastes dinámicos, lenguaje beethoveniano con un sentido del discurso que hace que todo adquiera una lógica aplastante.
No puedo saber si Barenboim, como dice Fernando en su artículo, ha profundizado más en la partitura. Estoy escuchando en Youtube la que debe ser la última (al menos en vídeo), de los Proms 2012 y seguramente volveré a opinar. La orquesta del Divan sorprendentemente suena de maravilla, seguramente es esta última una versión menos visceral, más sutil e interiorizada que la de 1997 pero no por ello me atrevería a decir que mejor.
Saludos.
Gracias de nuevo por las aportaciones.
Dos cosas. Primera, la Staatskapelle de Dresde de los ochenta y noventa me parece maravillosa. Coincido en que esos conciertos de Beethoven con Arrau y Davis (que conozco solo parcialmente: ¡vaya segundo movimiento del Cuarto¡)suena para derretirse. Es la Staatskapelle de antes la que, a mi pobre entender, no está a la altura de otras formaciones de la época. El ciclo Brahms de Sanderling con esa orquesta lo acabo de conseguir. Lo escucharé y lo compararé con el más reciente, a ver.
Segunda, no considero mis gustos musicales muy consolidados, sino relativamente abiertos dentro de unos límites razonables. No solo no me importa cambiar de opinión sobre determinadas cosas, sino que me parece saludable. La Heroica de Versalles, sin ir más lejos, me pareció "la leche" cuando la vi por primera vez, pero ahora, habiéndole escuchado a Barenboim varias interpretaciones recientes de la misma obra, me parece que no es la mejor de cuantas ha hecho el de Buenos Aires. Saludos.
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