¿Y cómo es su dirección? Pues tensa, angulosa, inquietante, a ratos obsesiva, caricaturesca cuando debe, y desde luego llena de mordacidad y mala leche. O sea, puro expresionismo, lo que no quiere decir necesariamente puro Weill, aunque por fortuna también encontramos tanto ese toque canalla y arrabalero que demanda el compositor de Die Dreigroschenoper como un intenso pathos lírico en los momentos más “operísticos” de la partitura. Impresionante el final, ominoso e implacable a más no poder. Total, una dirección de primera magnitud, desde luego aplastantemente superior a las de Dennis Russel Davies y James Conlon que comenté por aquí (enlace).
Aunque tengo previsto acudir a la función del sábado 16, aprovecho para decir algo sobre los cantantes. Me ha parecido demasiado irregular la Jenny de esta noche, que es la misma que veré en directo, Elzbieta Szmytka. Entró con muy poco fuelle en la “Alabama Song” y luego ha combinado momentos vocalmente dignos con otros donde hace aguas en aspectos técnicos básicos; algunas frases las dice con mucha intención teatral, así que habrá que ver cómo se desenvuelve esta chica en escena para hacer una valoración más exacta de su Jenny. Measha Brueggergosman , la estrella del primer reparto, parece que tampoco ha convencido del todo. Ya veremos el DVD de la función del estreno.
Me ha gustado mucho Christopher Ventris, vocalmente bien en líneas generales y bastante comprometido con su personaje. Willard White suena ya con unos cuantos años a sus espaldas, pero canta con la autoridad que en él es esperable. Mejorará en escena, como seguro lo hace la tremenda Jane Henschel. Me ha encantado el Fatty de Donald Kaash, pero al coro me lo esperaba mejor, la verdad. Sobre la producción de La Fura, de la que tanto y tan bien se está hablando, tendré que esperar a verla para opinar. De momento, notable para la versión musical en general, con matrícula de honor para la dirección.
2 comentarios:
Estuve el sabado dia 9, y los resultados artísticos en general me parecen estupendos. Las voces solistas, estoy de acuerdo, en general no pasarán a la historia, pero a nivel global la entrada merece la pena.La orquesta, en su línea, lamentables los momentos solistas, pero el conjunto bien, y el final, como bien comentas, tremendo, impresionante.
La producción en general me gustó mucho, y momentos como el de los colchones, las escenas explícitas de sexo sublimes (me encantó que en un sitio tan mojigato como el Real les dieran estopa, es raro que ningún puritano dijera nada)
Lo que no estoy de acuerdo contigo es la obra musicalmente hablando, para mí tiene matices para dar y tomar, es algo más que música cabaretera como parece a simple vista
Saludos
¡Por descontado que es más, mucho más, que simple música cabaretera! Lo que pasa es que comparando Mahagonny con otras óperas más o menos expresionistas como Wozzeck, Lulu o -por cambiar de territorio- El ángel de fuego, pues como que se queda atrás...
Gracias por los comentarios :-)
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