Vengo de Valencia decepcionado por el Oro del Rin (espero ver el ciclo del Anillo completo) que ofreció anoche Zubin Mehta en el Palau de Les Arts. El maestro hindú, haciendo uso de unos tempi más bien lentos y un pincel muy fino, intentó analizar y explicar pormenorizadamente cada uno de los recovecos de la genial partitura renunciando a la opulencia sonora, a los grandes contrastes dinámicos y a la más superficial brillantez orquestal. Si quisiésemos usar el manido y equívoco término, diríamos que Mehta procuró ofrecer un Wagner “camerístico”.
No le salió. El resultado fue, a mi modo de ver las cosas, una lectura flácida, deslavazada y aburrida de la obra wagneriana, carente por completo de tensión interna e indiferente a las diferentes situaciones dramáticas del libreto. No hubo en su trabajo de batuta la menor intención expresiva. La orquesta sonó maravillosamente, eso sí, y se escucharon muchos detalles que normalmente pasan desapercibidos, pero a costa de desnaturalizar la obra. Y es que para que estos “experimentos” salgan bien hay que tener un talento inmenso y ponerle muchísimas ganas… o llamarse Herbert von Karajan.
Por eso mismo he querido traer hoy este DVD, cuya pista de audio recoge el Oro del Festival de Pascua de Salzburgo dirigido por el inolvidable maestro en 1973 junto a su Filarmónica de Berlín. Aunque los tempi son muy normales (noventa minutos, casi un cuarto de hora menos que Mehta), él sí consiguió llevar a la práctica lo que se ha intentado hacer en Valencia.
¿Karajan renunciando al decibelio y al narcisismo sonoro? Pues sí. Hay mucho de “camerístico” en este trabajo de disección orquestal admirable por sus texturas nítidas, riquísimo colorido y gama dinámica increíblemente matizada, que sólo en el final llega a esa acumulación de efes que tantísimo le gustaba al salzburgués. Pero rastro de amaneramiento, ni uno. Y la progresión dramática, la atención a retratar a los personajes y la adecuación entre el tratamiento de lo musical y las diferentes situaciones que se viven en escena son, al contrario que con Mehta, admirables. Se pueden preferir enfoques mucho más viscerales, como el de Barenboim recién comentado en este blog (enlace), pero lo de Karajan es impresionante.
El elenco está francamente bien. Thomas Stewart se queda algo corto en lo vocal pero es un Wotan capaz, Peter Schreier hace un magnífico Loge, Gerhard Stolze es un irreprochable Mime y la Fassbaender -aunque más lírica de la cuenta- luce una hermosísima línea como Fricka. El borrón es el Alberich de Zoltán Kelemen. Dioses, gigantes y ondinas están muy bien. La escena, del propio Karajan, no se filmó hasta 1978, siento este Oro lo único que se conserva en imágenes de su Ring salzburgués. Absolutamente fiel al libreto y a las convenciones de la tradición, sobre la escena debió de resultar muy convincente, pero visto desde la televisión y con una mentalidad de siglo XXI, este teatro de cartón piedra puede mover a la risa.
De todas formas, la recomendación está clara. Karajan dirige de maravilla el Oro (ojo: del resto de la Tetralogía, que sólo conozco parcialmente, no hablo), así que hay que escuchar cómo lo hace. Y mejor hacerlo con imágenes y subtítulos que en la edición solo audio, aunque ésta tenga a un discutido Fischer-Dieskau como Wotan. Y en cuanto Mehta, ya daré cuenta de él cuando termine este Anillo del Turia.
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