miércoles, 25 de mayo de 2022

Boulez frente a los mil

Confieso que no soy muy entusiasta de la Sinfonía nº 8 de Gustav Mahler: al contrario de lo que me ocurre con esas maravillas que son la Sexta, la Novena o La Canción de la Tierra, esta Sinfonía de los mil me resulta un poco “jartible”. Por eso mismo me lo he pasado bien escuchando la grabación que para DG realizó en abril de 2007 Pierre Boulez al frente de la Staatskapelle de Berlín, del Coro de la Staatsoper y del Coro de la Radio de Berlín, ambos bajo la dirección de Eberhard Friedrich.

Y es que el compositor de El martillo sin dueño hace exactamente lo que de él se espera: garantizar orden, claridad y rigor en ese maremágnum que es el Veni, creator spiritus, para seguidamente poner de relieve los prodigios de la escritura orquestal de la segunda parte evitando tanto cursilerías más o menos angelicales como excesos de retórica. Y todo ello, importante es subrayarlo, tensando bien las líneas de la arquitectura y aportando emoción, que no emotividad, a unos pentagramas a los que el distanciamiento le sienta tan mal como subrayar los excesos. Para encontrar algo mejor en esta obra habría que irse a Bernstein con la Filarmónica de Viena, que en su momento logró el milagro de creerse a fondo el contenido de la partitura sin morir en el intento.

Están francamente bien los citados coros, así como el de niños. Entre las voces sobresalen las sopranos Erin Wall y Adriane Queiroz, magníficas. Johan Botha sale más o menos airoso de su dificilísima parte, pero Robert Holl canta con el aburrimiento que en él es habitual. La grabación se realizó en la mítica Jesus-Christus Kirche: los ingenieros realizaron una labor formidable en la segunda parte, pero –como es habitual– los decibelios del Veni, creator causan problemas.

Ah, se me olvidaba: la reciente grabación de Dudamel he gustó menos que esta. En ella el venezolano es puro fuego, pero a veces se precipita.

1 comentario:

Pablo Daffari dijo...

Mi relación con esta sinfonía es absolutamente idéntica a la suya. Me parece un "ladrillo". Adoro las sinfonías de Mahler, sobre todo la 2ª y la 9ª (de ésta tengo tantas versiones que me da hasta vergüenza). Mi único registro por Boulez es precisamente la 2ª y me parece un acercamiento muy analítico (como era de esperar) y antirromantico muy de agradecer como alternativa a la tradición interpretativa. No conozco este registro que usted comenta, pero puede ser buena opción para acercarse a esta obra.
Un saludo.

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