La primera aparición de Omer Meir Wellber (Israel,1981) ya como titular de la Orquesta de la Comunidad Valenciana ha sido el concierto gratuito ofrecido el sábado 15 de octubre en el Auditori de Les Arts con motivo de la jornada de puertas abiertas que comenté en la entrada anterior (enlace). El programa, precioso, giraba entorno a la danza: suite de Petrushka (no el ballet completo) en la primera parte y páginas populares de Smetana, Dvorák, Falla y Tchaikovsky en la segunda. El público se lo pasó bien, y en semejante contexto -aficionar al personal- eso es lo que importa, pero a mi modo de ver los resultados artísticos fueron desiguales y, en conjunto, decepcionantes.
Mediocre sin paliativos la recreación del título de Stravinsky: sosa, flácida, apagada (lamentable la danza de los cocheros), parca en colorido y por completo ajena a la mezcla de vitalidad e ironía que caracterizan a la genial página. Y además no muy bien tocada. Por descontado que los solistas de la orquesta (increíbles la flauta y la tuba, por citar solo dos entre muchos) demostraron su enorme calidad en sus intervenciones individuales, pero la sonoridad global de la orquesta estuvo por debajo de la media que suele exhibir, incluyendo inseguridades y desajustes varios. No hace falta ser un lince para ver que el problema no está tanto en los músicos como en la batuta. Señalemos al menos dos buenos apuntes por su parte: la muy bien captada tristeza de Petrushka en su habitación y la amenazadora aparición del oso. Lo demás, a olvidar. La interpretación de la semana anterior en Madrid a cargo de la ONE y Josep Pons me pareció más satisfactoria (enlace), pese a que en un principio pensé que iba a ser al revés.
Mejoró el nivel en la segunda parte. Estuvieron bien las Danzas húngaras nº 1 y 5 de Brahms, fraseadas con delectación, beneficiadas de un sonido (¡ahora sí!) bellísimo y empastado a más no poder de la cuerda, y por completa ajenas a los amaneramientos con que son tratadas por otras batutas. En parecida línea serena y cantable anduvieron las Danzas eslavas nº 1 y 8 de Dvorák, en las que no obstante se echaron de menos nervio, brío y brillantez. Tan correcta como irrelevante la Danza del fuego falliana desde el punto de vista de la batuta, aunque aquí metales y maderas lucieron su enorme categoría.
La suite de El Cascanueces que ofreció Lorin Maazel en 2009 al frente de la misma orquesta no solo no me interesó gran cosa, sino que por momentos me irritó (enlace). La de Omer Wellber me ha convencido algo más, porque el maestro israelí se mantiene, para lo bueno y para lo malo, ajeno a los "excesos creativos" de su antecesor, pero a la postre su interpretación no pasó de la más correcta, sensata y un tanto rutinaria artesanía, excepción hecha de una Danza árabe enriquecida por las portentosas aportaciones de las maderas y de un Vals de las flores recreada con singular elegancia.
La propina, un preludio de Carmen recreado sin el menor "chimpún", demostró que Wellber no está dispuesto a triunfar por la vía rápida del efectismo. Pero ahí quedó la cosa. De momento, y a la espera de escucharle en Boris, da la impresión de ser una batuta no muy allá en lo técnico y sin mucho que decir en lo expresivo. ¿Quién le habrá vendido este hombre a Helga Schmidt?
Un cajón de sastre para cosas sobre música "clásica". Discos, conciertos, audiciones comparadas, filias y fobias, maledicencias varias... Todo ello con centro en Jerez de la Frontera, aunque viajando todo lo posible. En definitiva, un blog sin ningún interés.
domingo, 23 de octubre de 2011
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7 comentarios:
Fernando, puede que se lo haya vendido Barenboim, porque este chaval es una especie de protegido del genial israelí.
Cierto, Omer es protegido de Barenboim. Pero yo pensaba más en Zubin Mehta...
Lo han metido tres, creo yo: Mehta, Barenboim, Domingo e Il corriere de la sera (hay que leerse las crónicas que se escribieron hace unos años sobre las interpretaciones de Verdi que hacía Wellber). Luego Domingo dice que es que Helga se lo ha quitado.
Por cierto, esta visita es la que me perdí por la Bolena del Met, pero pensaba que de Petroushka se iba a interpretar el ballet.
3 + 1 tendría que haber dicho.
Desde luego a mí la Aida me gustó más que el concoerto del otro día, pero tampoco me parece que fuera para tirar cohetes. El tiempo dirá.
Jerezano, mejor que te dediques a la música donde eres un gran entendido y no a la economía.
La crisis española tiene muchos
motivos, pero uno de los principales es que en el PSOE nadie
y mucho menos Zapatero ha tenido ni idea del tema. Sin olvidar los grandes derroches en gastos absurdos(Bibiana por ejemplo) y las corrupciones(Chaves y familia).
Corrupciones hay en toda época, pero éstos se han pasado.
No se si serás músico o no, pero yo si lo soy y he trabajado con Wellber en varias ocasiones. Te puedo decir que su técnica es de las mejores que he visto (y créeme que no es poca la experiencia que tengo), y en cuanto a las versiones que haga puede que gusten más o menos al público, pero también te puedo asegurar que tiene siempre explicación para todo lo que hace y que no son decisiones aleatorias las que toma, de eso puedes estar seguro. Un saludo
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