miércoles, 23 de febrero de 2022

Las magníficas Goldberg de Beatrice Rana

Beatrice Rana grabó las Variaciones Goldberg en noviembre de 2016, cuando solo contaba veintitrés años. La crítica aplaudió con entusiasmo. Cuando escuché por primera vez el registro quedé encantado, aun sin gustarme tantísimo como los dos que conozco de András Schiff (Euroarts 1990 y EMC 2001, sobre todo este último). También hubo quien opinó que no había para tanto. Yo he vuelto esta misma noche y confirmo mi impresión inicial: independientemente de que sea un prodigio tocar de manera impecable a semejante edad una partitura como esta, la versión resultante es de altísimo nivel artístico.

Otra cosa es que me siga resultando difícil explicar los porqués. Quizá el asunto, en el fondo, sea bastante sencillo: esta chica se encuentra dotada de una portentosa musicalidad. Porque se puede tocar igual de bien, increíblemente bien, y hacer una monumental chorrada, que es justo lo que le pasa –o creo que le pasa, aún no he sido capaz de escuchar completa su propuesta– al señor Lang Lang en su doble registro –en estudio y en vivo– para DG. La italiana usa un piano y aprovecha plenamente los recursos del instrumento, pero no saca los pies del plato. No “romantiza” la música hinchándola cuando no debe, sin que ello le impida volar con excelsa poesía en momentos clave como la Variación XV.

Tampoco se empeña Rana en imitar al clave a la manera de un Glenn Gould, si bien es cierto en algunas variaciones opta por hacerlo y da la impresión de resultar un tanto mecánica, incluso de ir más rápido de la cuenta. Creo que es una decisión voluntaria basado en algo tan fundamental en el Barroco como es la búsqueda del contraste. ¿Significa esto que cada variación está entendida de manera independiente? En absoluto: creo que precisamente esas discutibles decisiones en lo que se refiere al tempo y al fraseo tienen como objetivo otorgar sentido orgánico al portentoso diseño de J. S. Bach, que en sus manos adquiere una admirable inmediatez comunicativa.

Por lo demás, Rana evidencia enorme talento a la hora de modelar el sonido, incisivo o acariciador en función de las circunstancias, como también a la hora de pasar de un fraseo rebosante de efervescencia a la concentración absoluta sin caer en lo esquizofrénico. Más que sensato el uso del pedal, y muy apropiada para este repertorio la mamera de ornamentar. Espléndida la toma, realizada por Teldex Studios.

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