Debe
de ser extremadamente complicado eso de especializarse en el foso de ópera.
Además de dominar todo aquello que se espera de un director sinfónico
tradicional, hay que poseer un elevadísimo sentido teatral y, sobre todo, un conocimiento
pleno de la voz humana y de sus necesidades: qué se le puede pedir y qué no,
cuándo hay que respirar, como abordar conjuntamente las frases y sus acentos…
Añádase a esto tener que lidiar con orquestas que no suelen ser de primera y
con la personalidad de los divos de turno, que se diga lo que se diga puede
pesar lo suyo.
Nello
Santi (1931-2020) fue uno de los más insignes representantes de esa estirpe de gladiadores
que luchó toda su vida para servir a los grandes títulos de la lírica, que no
para servirse de ellos, y lo hizo durante nada menos que seis décadas en la
Ópera de Zúrich. Y fue de los buenos, de los mejores, porque también los hubo –aún quedan algunos– francamente malos, de esos
que se suponen conocen a fondo la partitura pero luego no saben lo fundamental,
que es ni más ni menos que cantar con la orquesta. Es decir, hacerla
frasear con ese sentido único de la gran línea melódica, de la naturalidad en
la respiración, de la valentía sin exhibicionismos baratos y de la calidez
poética con que lo hacía el más grande tenor salido de tierras italianas:
Carlos Bergonzi.
Por eso mismo quiero recomendar con entusiasmo este prodigioso
recital de 1974 en el que Bergonzi y Santi, con nada menos que la New
Philharmonia y los Ambrosians Singers a su servicio –es decir, perfección técnica
absoluta–, unieron
sus fuerzas para recrear las prodigiosas arias de Giuseppe Verdi haciendo gala
de una italianità fuera de serie. Incluso en Otello, único momento en el que el
inolvidable Carlo se muestra completamente fuera del personaje. El registro,
que se complementa en alguna de sus ediciones en CD con arias de I masnadieri y Atilla
grabadas con Lamberto Gardelli –otro
estupendísimo especialista, que brilló de manera especial en las óperas
verdianas de juventud– se
beneficia de una toma sonora sensacional.
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