miércoles, 16 de abril de 2025

Orlando di Lasso por Preston: aún vigente

Como es Semana Santa, parece el momento de volver a la caja de Simon Preston y el Choir of Christ Church Cathedral de Oxford de la que en su momento dije algo por aquí. En ella se incluyen dos discos dedicados a la música sacra de Orlande de Lassus (sic), grabado el primero en diciembre 1973 y el segundo en marzo de 1975. Increíblemente bien cantadas desde el punto de vista técnico, uno puede y debe preguntarse hasta qué punto siguen vigentes estas interpretaciones, sobre todo ahora que se está poniendo en entredicho la valía de los coros ingleses a la hora de traducir el repertorio polifónico.

He buscado alternativas en internet y, la verdad, me he llevado un chasco: esta música maravillosa se ha grabado poco. En el volumen I de la Guía discográfica de la música grabada que en 1993 editara la Fundación Luis Cernuda discutibilísima en los volúmenes II a IV, dicho sea de paso, Jose Carlos Cabello advertía que "Si muy poco de la amplísima producción de Palestrina ha sido grabada, menos proporción le corresponde aún a Lassus: de sus más de dos mil obras, tan sólo una ínfima parte se puede encontrar en buenas interpretaciones discográficas". Han pasado treinta años desde que se escribieron esas líneas y la cosa no ha cambiado lo suficiente: la música profana de Orlando di Lasso ha recibido una relativamente buena atención, pero la religiosa ofrece al aficionado un panorama escaso a la hora de escoger. Y precisamente eso, la posibilidad de elección, es importante en una música que puede variar sustancialmente de una interpretación a otra.

He encontrado, por fortuna, varias alternativas a la partitura que más me ha gustado de este par de discos: los Psalmus Poenitentialis V y VII. Entre ellas he escuchado completa la serie dos compactosgrabada por Philippe Herreweghe al frente de su Collegium Vocale Gent para Harmoni Mundi. Una maravilla, yo diría que audición obligatoria para cualquier melómano. ¿Significa esto que podemos prescindir de Preston? Me parece que no. El maestro belga supera al británico ampliamente en frescura, viveza y comunicatividad, en gran medida por su riqueza de acentos y sobre todo flexibilidad en el discurso horizontal, pero en el discurso vertical gana Preston: la tensión armónica, quizá por contar con un conjunto más nutrido que el de su colega, resulta más abrumadora, y por ende se ponen mejor de relieve los aspectos más modernos que no románticos, ni "brucknerianos", ni nada de eso de la escritura. El Choir of Christ Church, por su parte, incluye niños en lugar de mujeres, lo que también aporta una diferencia enriquecedora. Solo por la belleza de su canto ya merecería la pena la audición, aunque haya quienes podrán preferir la morbidez de los belgas. Como todo el material se encuentra en las plataformas habituales, no tiene usted que gastar un euro para decidir por sí mismo.

En fin, si hace mal tiempo y se ve con la obligación de quedarse en casa, es buen momento para reencontrarse con Orlando di Lasso en cualquiera de las opciones señaladas. No se pierda a Herreweghe, pero en el caso de encontrar un hueco concédanle una oportunidad a este grandísimo coro británico y a su inolvidable titular.

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