viernes, 21 de junio de 2024

Lorenzo Viotti, al desnudo: Rimsky, Rachmaninov y Dvorák con la Filarmónica de Viena

¡Menuda la que arma Lorenzo Viotti con sus fotos de Instagram! Y vaya reacciones mojigatas la del personal. Personalmente me gusta poco que los artistas nos den gato por liebre, es decir, carne –aunque sea de la buena– por música, pero también me parece lamentable que haya mucha gente mosqueada porque este señor, que al parecer es boxeador semiprofesional, luzca con frecuencia su cuerpo fornido en Instagram. ¿Y a estas alturas nos escandalizamos porque también enseñe el culo? Al fin y al cabo, Viotti lo hace solo en las redes sociales, mientras que Yuja Wang se muestra bastante aireada en el escenario mismo mientras toca Tchaikovsky o Rachmaninov.


En fin, son los tiempos que corren. Yo insisto en que cada uno puede enseñar mucho, poco o nada según le plazca, pero que cuando se sube al escenario tiene que ofrecer música con mayúsculas. ¿Lo hace Viotti? Escucharle con la Filarmónica de Viena en esta gira europea que le trae a España es buena ocasión para comprobarlo, porque –lo he escrito muchas veces– cuando se tiene delante una orquesta de esas "que tocan solas" el melómano o crítico de turno ya no tiene que reparar en el empaste, el equilibrio de planos, las entradas y esas cositas. Ya no se trata de si logra que los músicos suenen bien. El asunto es ver qué es lo que hace con las partituras que tiene en el atril. Ahí es cuando un director queda completamente "al desnudo": es el momento en el que se comprueba si la batuta tiene algo interesante que decir y, además, sabe cómo decirlo.

Los que en su momento compramos butacas del Teatro de la Maestranza para este lunes –o los que lo hicieron para sus visitas a Oviedo y Granada, sábado y domingo respectivamente– no tenemos que esperar, porque gracias a un amable lector tenemos aquí un par de enlaces (uno y dos) que nos permite escuchar el podcast de la ORF de cuando se ofreció el concierto en la propia Musikverein. ¿Y hay para tanto, finalmente, con el señor Viotti? Parece que sí.


Capricho español es una maravillosa chorrada de Rimsky Korsakov que se disfruta muchísimo si la versión es de primer nivel. He ahí el problema: he hecho una comparativa discográfica –no he podido publicarla aún, lo siento– y solo Barenboim con la Sinfónica de Chicago (DG) alcanza la perfección. Entre él y los otros directores más satisfactorios hay un escalón. Pues bueno, justo ahí entre ese pequeño grupo de elegidos –Szell, Ormandy en estéreo, Markevitch– está Lorenzo Viotti con su filmación de 2021 al frente de la Filarmónica de Múnich disponible en Medici TV. En ella todo se encuentra magníficamente construido y expuesto, el carácter festivo está bajo control y el Tema con variaciones –el corazón de la obra– se encuentra mucho mejor atendido de lo que suele. Lo menos bueno es el Canto gitano, un poquitín envarado: en él y en el Fandango asturiano podía haber matizado con algún juego agógico. En la sección final hay muchísimo fuego y la cosa está a punto de desmadrarse: Viotti juega con los límites sin llegar a pasarse de la raya. ¿Y la versión de Viena? Diría que todavía mejor. Quizá la variación más extrovertida resulte demasiado ardiente, pero ofrece concentración y poesía a raudales en toda la introducción del Canto gitano. Eso sí, al sensacional primer violín –a tenor de las fotografías, parece que es Volkhard Steude– no se le puede perdonar un portamento insoportable; la concertino de Múnich no lo hacía.

La isla de los muertos sí que no es ninguna obra menor: estamos ante una de las mejores páginas sinfónicas de la primera mitad del sigo XX. Viotti trata a la orquesta de maravilla y obtiene una belleza sonora extraordinaria, pero me parece que no conecta con el espíritu de Rachmaninov. Ya le pasaba en la interpretación comentada en mi comparativa sobre esta obra: la lentitud extrema con que aborda la partitura no va acompañada de la suficiente tensión sonora ni, menos aún, del carácter bronco que esta música necesita. El maestro confunde lo fúnebre con lo alicaído –por momentos, incluso con lo blando–, así que la interpretación solo convencerá a los que prefieran una visión mucho antes lírica que dramática de la partitura. Dicho esto, el podcast sufre una comprensión de la gama dinámica que no permite apreciar el verdadero juego de la batuta: es posible que en directo los fortísimos sí que alcancen la potencia que necesitan y que, por tanto, los clímax resulten más satisfactorios. 

Séptima de Dvorák: todavía estoy con el subidón. La filmación de 2021 con la Filarmónica de Múnich que comenté en la comparativa correspondiente ya me pareció muy notable, pero esta es aún mejor. ¿Cosa de la orquesta? En parte sí, pero no creo que sea lo fundamental. Aquella lectura se hizo durante la pandemia y sin público. Esta se ha ofrecido ante una Musikverein particularmente receptiva, y eso se nota en el resultado. Hay "comunicación" con el público. Siendo el enfoque expresivo el mismo, esto es, equilibrado entre lirismo y carácter patético sin escorarse en ninguno de los sentidos, la implicación parece ahora mayor: puro fuego, pero controlado. El cuarto movimiento es de infarto. De hecho, me interesa esta recreación más que la que allá por los años ochenta hizo Maazel con la misma orquesta, y solo se me ocurren cuatro versiones que me gusten claramente más que esta de Viotti con la Filarmónica de Viena: Giulini, Giulini, Giulini y Giulini. 


No hace falta decir que las "locuras" temperamentales que plantea Viotti en Dvorák solo son posibles con una orquesta que responda con virtuosismo supremo. La Wiener Phiharmoniker, aunque ya no sea la de la sonoridad inconfundible de los citados tiempos de Maazel (ay, aquellos violonchelos!), lo ofrece en grado superlativo. Pero no se trata solo de eso, claro, sino también del carácter expresivo de las intervenciones de los solistas: lo de Capricho español es una exhibición de esas que no se olvidan. Qué flauta, qué arpa, qué clarinete... De volverse loco.

¿Conclusión? Si usted vive en una de las ciudades citadas, pille una entrada al precio que sea. Estas cosas no se escuchan todos los días. Ni todos los años.

PS. La fotos de Viena proceden del Facebook oficial de la orquesta.

2 comentarios:

Manuel Pérez de Rozas dijo...

Celebro que te haya gustado el concierto. Versiones quizás no referenciales pero globalmente un altísimo nivel. Normalmente el podcast está disponible una semana o sea que hay que apresurarse.
De paso comentar que el Sommernachtskonzert de este año, dirigido por Nelsons, está disponible en Youtube. La orquesta empieza un poco fría -con una simpática pifia de los trombones en la Cabalgata de las Walkyrias que supongo SONY corregirá para el disco pero vale la pena escuchar a Lisa Davidsen, que canta 3 arias [de Tannhäuser, La forza del destino y unas Czardas de Kallmann] y exhibe una voz fabulosa. Ojalá no se meta demasiado pronto en papeles dramáticos!!
Y este domingo en la misma web de la radio austríaca se podrá escuchar un concierto de Muti con la Radio Bávara con la Misa n.2 de Schubert y Desde Italia de Strauss o sea que a por ello!!!

Manuel Pérez de Rozas dijo...

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