sábado, 7 de enero de 2023

Valses por Leonard Bernstein

Ya que estábamos con el universo de Johann Strauss II, vamos con siete valses por Leonard Bernstein y la Filarmónica de Nueva York registrados para CBS. Los cinco primeros proceden de un disco grabado entre 1968 y 1969: Danubio azul, Vals del Emperador, Sangre vienesa, Vida de artista y Voces de primavera. Por el contrario, Rosas del sur y Cuentos de los bosques de Viena son ya a 1971 y 1975, respectivamente, correspondiendo a un segundo disco que me parece no ha salido aún en CD. El mío, con este programa, procede de la Leonard Bernstein Remastered Edition.

 

El comentario es sencillo: interpretaciones con brío, mucho antes entusiastas que refinadas, cuajadas de momentos que apuntan que nos encontramos ante un enorme director, pero bastante ajenas a la magia sonora que esta música necesita, lo que tiene mucho que ver con las cualidades de una Filarmónica de Nueva York que no es nada del otro jueves.

Concretando un poco, los dos primeros y más famosos valses con los que mejor funcionan: se encuentran muy bien trazados y ofrecen unos rubatos muy voluntariosos. Sangre vienesa, Vida de artista son demasiado prosaicos: ahí Lenny se echa a correr y dice la música de pasada. Energía y brocha gorda en Voces de primavera. Rosas del sur, pese a una sección central de particular efervescencia, cae en la pura chabacanería: caja, bombo y platillo a todo plan. Quizá por ser ya de 1975, fecha en que Lenny se había sumergido ampliamente en la atmósfera vienesa, Cuentos de los bosques de Viena es la página que recibe una interpretación más claramente idiomática y satisfactoria.

2 comentarios:

xabierarmendariz88 dijo...

Es uno de los misterios que a tantos coleccionistas discográficos nos habría gustado ver resueltos: ¿cómo habría sido el Concierto de Año Nuevo de 1992 si, como estaba inicialmente previsto, lo hubiera dirigido Leonard Bernstein? Bernstein había cambiado tanto en su aproximación a la música que seguro que no tendría mucho que ver con este disco Strauss. Lástima que no hubiera ocasión de comprobar hasta qué punto.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Efectivamente, ese concierto es lo que más me hubiera gustado escucharle a Bernstein de haber seguido vivo. Bueno, eso y que completara el ciclo Sibelius. ¡Qué malo es el tabaco!

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