viernes, 6 de enero de 2023

John Williams con la Filarmónica de Berlín

Hace mucho que quería hacer una reseña del concierto de John Williams con la Filarmónica de Berlín que tuvo lugar en octubre de 2021. Lo hago ahora, muy sintéticamente, comparando la edición en dos CD y dos Blu-rays realizada por DG con la del concierto con la Filarmónica de Viena de enero de 2020, también un BR que debe de estar entre los productos más vendidos por Deutsche Grammophon en los últimos años.

1) En Viena estaba Anne Sophie Mutter. En Berlín no hay solista.

2) Catorce minutos del primer CD y nueve del segundo se repiten con respecto a Viena. Hay otras bandas sonoras que se coindicen, pero los arreglos son diferentes y, por tanto, no pueden considerarse repetición.

3) Entre las nuevas incorporaciones sobresalen el Scherzo para motocicleta y orquesta de Indiana Jones y la última cruzada y la muy sentida Elegía para violonchelo y orquesta, que interpreta el formidable Bruno Delepelaire.

4) El tema de Las aventuras de Han Solo vale muy poco, pero es la primera ocasión en que lo podemos escuchar bajo la batuta del propio Williams. Se agradece la inclusión de la marcha de Supermán, aunque hubiera sido más bienvenido el bellísimo tema de amor de la misma película.

5) La dirección del maestro es un poco menos buena que en Viena, y se diría incluso que la marcha de Indiana Jones adolece de falta de fuelle, pero aun así el maestro deja buena cuenta del trazo fino de su batuta y del exquisito gusto con que dirige.

6) La Filarmónica de Berlín está imponente, pero la de Viena le sentaba mejor a esta música: pese a lo que crean algunos, la belleza del canto de la cuerda es mucho más importante en el mundo de Williams que el fulgor de los metales. Lucimiento absoluto, eso sí, de las maderas berlinesas en el segundo de los números dedicados a Harry Potter.

7) Llama la atención que falten varios de los más famosos primeros atriles de la formación alemana. Se ve que no estaban por la labor.

8) La toma sonora es espléndida, y sensacional en Dolby Atmos, pero no llega a la altura del concierto de Viena, que es sencillamente –hablo siempre del Atmos– la mejor grabación de música sinfónica que yo haya escuchado nunca.

9) La inclusión de un Blu-ray solo con el audio resulta ridícula, porque se limita a quitar la imagen del otro Blu-ray, el que trae también la imagen. En el concierto vienés sí tenía sentido la doble inclusión, porque el “solo audio” había eliminado las locuciones de Williams y los aplausos.

10) Hay subtítulos en inglés para las locuciones de Williams, pero no en castellano.

¿Conclusión? Por completo imprescindible para los fans del compositor, entre los que me cuento. Buen complemento para la filmación de Viena, que de manera global me parece más interesante que esta edición. Y quien quiera un solo disco de John Williams, que acuda a por el doble CD de Gustavo Dudamel: aun no tan bien grabadas, ahí están las más conseguidas interpretaciones –a nivel expresivo– de este repertorio.

2 comentarios:

Fouquier de Tinville dijo...

John Mauceri explica en un artículo por qué no se interpreta más música de cine en las salas de concierto.

Titula su artículo "¿Por qué no se trata a John Williams como a Igor Stravinsky?".

Es cuando menos interesante:

https://airmail.news/issues/2023-1-21/the-view-from-here

A.

José Córdoba dijo...

Fantástico resumen. ¿Qué opinión le merece su concierto n2 para violín que recién estrenó con la Mutter?

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