jueves, 20 de febrero de 2025

Concierto de Alexandra Conunova y Zoe Zeniodi con la Sinfónica de Sevilla

Hoy jueves 20 de febrero la ROSS ha ofrecido Rêverie de Scriabin, el Concierto para violín de Sibelius y las Variaciones Enigma de Elgar con el concurso de la violinista Alexandra Conunova y la directora Zoe Zeniodi. Compré una entrada en primera fila –es más barata–, fui a Sevilla, escuché la música y he vuelto a casa.

Y no, no escribiré crítica alguna ni dejaré constancia de lo bueno y de lo malo –de todo ha habido– que se ha escuchado esta noche en el Maestranza. Lo hago, una vez más, como signo de protesta ante la absoluta desconsideración de la orquesta hacia mi trabajo después de largos años siguiéndola –desde el primer programa– y de lo muchísimo que he escrito sobre ella. La señora responsable de relaciones públicas de la ROSS me detesta profundamente, y esa parece ser la razón para que la cosa siga así. Lo seguirá siendo ad aeternam, me temo, porque no dejaré de seguir dejando constancia del asunto en este blog. 

Aprovecho saludar a ese crítico musical que en tiempos hizo todo lo posible para enfrentarme con esa señora. Justo el mismo crítico que una vez me dijo que yo estaba "como una cabra" por escucharme tantas versiones discográficas cada vez que iba a un concierto; que a él le bastaba con escuchar una esa misma tarde para hacer una crítica bien hecha. Sí, me lo dijo en serio. Así está la cosa en la ciudad de la Giralda.

2 comentarios:

Anastasio dijo...

Qué pena no encontrar más crítica al concierto. Anoche en Jaén sufrimos la imprecisión de una batuta que se olvidó de las dinámicas y de la solista. Menos mal que la orquesta se las sabe todas y Comunova estuvo inmensa.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Gracias por compartir las impresiones. Como yo en el Maestranza estaba en primera fila no tuve ningún problema en lo que al equilibrio entre orquesta y solista se refiere, claro está. Sí que encontré el enfoque de la Conunova en exceso temperamental: me gusta mucho que se subrayen los aspectos más escarpados de la página, pero creo que esta página tiene muchas más cosas por atender. Lo que más disfruté de la velada fue la propina para dos violines de Ligeti.

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