sábado, 24 de febrero de 2024

No me fío de este psiquiatra, pero qué bien merienda el jodío

Después de diez de los peores días de mi vida (desdichadamente, no es broma ni exagero), he decidido buscar la ayuda de un psiquiatra que me han recomendado vivamente. Al parecer, es un auténtico genio. Eso sí, he tenido que venir hasta Viena. Hemos quedado en su cafetería favorita, Cafe Landtmann, muy cerca de su domicilio, y hemos charlado un rato.

La verdad es que no me ha convencido: ha empezado con no sé qué del complejo de castración, de tener que analizarme los sueños y de no sé cuántas zarandajas más. Qué quieren que les diga, tengo la sensación de que está un poquito anticuado. Eso sí, los gustos gastronómicos de este tal Doctor Freud me han parecido excepcionales: no vean ustedes cómo estaban la tarta de castaña y el Franz Landtmann Kafee. 

1 comentario:

Mireia P.B. dijo...

Desde el pasado verano he perdido, no "perdidos" no que los he eliminado con sangre, sudor y lágrimas...22 kilos. Pero en Berlín no me pasé, fui buena, peró es un pecado no pecar con esa repostería germánica.
En mi caso fueron un cánonico appfelstrudel y el de ciruelas cuyo nombre en alemán es de "nivel filologia cum lauden".
Mi mas sentida envidia y si me dice que va a ver el "Trittico" ese con tan buena pinta...ración doble de envidia.

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