lunes, 14 de agosto de 2023

El Beethoven de Menuhin y Klemperer

Otro reprocesado milagroso: el Concierto para violín de Beethoven por Yehudi Menuhin, Otto Klemperer y la New Philharmonia Orchestra registrado por EMI en el Kingsway Hall de Londre en enero de 1966. Aún hay cierta distorsión en los tutti, pero ahora suena con un cuerpo y una pegada impresionantes.

Por lo demás, lo interesante de esta singular y extraordinaria interpretación es el fuerte contraste entre el violín lírico y cantable de Menuhin con el antirromanticismo granítico, dramático y severo de Klemperer, de una concentración imponente –pese a la lentitud extrema– y como siempre genial a la hora de construir bloques sonoros.

A la postre, se produce un diálogo de lo más enriquecedor: en el primero se impone la batuta, en el segundo el violín –no en su mejor momento técnico, eso ya lo sabemos– se explaya con esa especial poesía, plena de naturalidad y de humanismo, que habitualmente asociamos con el mítico violinista, mientras que en el tercero las dos partes llegan a un punto de encuentro que otorga espacio para la luminosidad que la música demanda, pero sin bajar nunca la guardia.

4 comentarios:

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Muchísimas gracias, en mi nombre y el de todos los que se pasan por aquí, por compartir sus enormes conocimientos. ¡Son de extraordinaria utilidad! Saludos cordiales.

Clipman dijo...

Nada, hombre, ¡un placer! Yo siempre que puedo aprovecho cuando se habla de Klemperer porque es un director que me interesa mucho y yo creo que puede seguir dando pie a discusiones muy enriquecedoras, más allá de esa fachada "gran director del rollo antiguo" y poco más. Estamos hablando de un señor que hace cien años montaba óperas de una rabiosa actualidad (y que son una lección en toda la jeta de muchos estropeadores profesionales de óperas que pululan hoy en día por todas partes). Y además, con una puesta en coordenadas que se convirtió en objeto de interés por parte de sus colegas. Por ejemplo: ¿por qué esa afinidad entre el Das Lied von der Erde de Kleiber y el de Klemperer? Pues porque el primero visitó al segundo en su casa de Zúrich para pedirle consejo. Ojo, son dos versiones con nombre y apellidos, no digo que una sea una mera rama de la otra, pero a la vista está que Kleiber explota las estrategias que fue desarrollando Klemperer cuando dirigió esa obra. Esa voluntad de transmisión, de extender la mano para recoger el testigo, fue clave en el siglo pasado. Es una posible respuesta al "de dónde venimos" (si bien no tanto para el "adónde vamos", pero eso es harina de otro costal).

Clipman dijo...

PD Ayer cayó el concierto de Beethoven en vivo de ese mismo año y... (gestos de cocinero italiano). Ya solo por la cadenza de Menuhin vale la pena, pero la parte de Klemperer tiene su miga. Más no diré para no contaminar la escucha, pero hay diferencias respecto a la versión de estudio, eh.

Clipman dijo...

Perdón, aquí había un comentario y ya no lo veo, no sé si ha quedado oculto o se ha borrado. Tenía enlaces a fotos y era bastante extenso. ¿Qué ha pasado?

¡Gracias a los valencianos!

Me dicen mis editores que en la Feria del libro de Valencia el volumen de Barenboim se está vendiendo bastante bien. No sé cuánto es "b...