viernes, 16 de septiembre de 2022

Lang Lang y Disney: musicalidad, belleza, emoción

Acabo de escuchar un disco muy especial: Lang Lang, The Disney Book. Sí, las canciones de Disney en Deutsche Grammophon. La mitad del mismo, la correspondiente a piano en solitario, se grabó en China, la otra mitad en Londres con la Royal Philharmonic bajo la dirección de Robert Ziegler. Habrá costado una verdadera pasta, por los derechos de autor de las piezas y por lo que habrán cobrado tanto la estrella protagonista como los artistas invitados. Ganará el sello dorado una fortuna, porque el producto no puede ser más comercial. Verán ustedes cómo se vende en navidades.

Me gustaría dedicarle muchas líneas, pero como no tengo tiempo me decanto por un comentario rápido. Si usted es de los que piensan que Disney es un detestable ejemplo de hipócrita conservadurismo norteamericano, que sus películas son cursis y que sus canciones valen poco, huya de este disco como de la peste. Si por desventura tuviese contacto alguno con él, enciérrese en una habitación a ver películas de Michael Haneke.

Si por el contrario está convencido, como yo y millones de personas más, de que la factoría Disney –desde tiempos de su fundador hasta los actuales de Pixar– ha sido una de las más admirables fuentes de talento, creatividad, de emoción y de Arte con mayúsculas de los últimos cien años, que cosas como Blancanieves, La bella y la bestia o Coco son obras maestras absolutas del cine, que gran parte de las canciones de todas estas cintas son estupendas y que escuchar a Angela Lansbury cantando “Beauty and the Beast” es una experiencia musical de primer orden, este disco le parecerá una maravilla. Porque los arreglos son fantásticos, Lang Lang está sensacional –no hablo de dedos, hablo de interpretación– y se arrojan muchas nuevas luces sobre estas páginas, unas mejores que otras, pero todas ellas dichas de tal manera, con tanta musicalidad y buen gusto, que se disfruta muchísimo.

¿Algún corte en particular? Destacaría la maravillosa “Recuérdame” de Coco, aquí para piano, orquesta y la guitarra del formidable Milos Karadaglić, como también las dos versiones de “Beauty and the Beast”, aunque a la postre con lo que más he disfrutado es con los arreglos de canciones de los clásicos de los años treinta y cuarenta tocados por el pianista chino en solitario. Diré más: la enternecedora “Hijo del corazón” de Dumbo, que en manos de Lang Lang casi parece Debussy, es una de las cosas más bellas y emotivas que he escuchado –confieso  que lo he hecho tres veces seguidas– en estos últimos años. Si tuviera que llevarme cuatro o cinco tracks de nuestro artista a una isla desierta, este sería uno de ellos. Escandalícese el que quiera.

Se me olvidaba algo importante: no se compren en CD. Escuchen en streaming en su lugar, pues la audición se prolonga con multitud de bonus hasta casi los 100 minutos, y se puede escoger entre los 192 kHz de Quboz y el Dolby Atmos de Tidal.

5 comentarios:

Mireia P.B. dijo...

Este año me toca Mulan, La Bella y la Bestia...estoy encantada. Años ha participaba en Navidad en un "Festival Disney" y lo pasé de miedo.

Ángel Carrascosa Almazán dijo...

He escuchado buena parte del disco y me ha parecido delicioso, encantador, y maravillosamente bien tocado. No soporto, sin embargo, las canciones, sobre todo la de las Dos oruguitas (probablemente es culpa mía). Pero una pregunta: ¿cuál es la canción de Dumbo que tanto te gusta? No la reconozco por su título... Ángel Carrascosa.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Me alegra que te haya gustado. Ciertamente, a mí "Dos oruguitas" es lo que menos me ha gustado (no lo ha hecho, esa es la verdad). Dumbo es el track 26, "Baby Mine". Un dato más que curioso: nuestro amigo Miguel Ángel de las Heras me confesó, antes de haber leído lo escrito por mí, que ese corte parecía un gran Debussy. Pues eso mismo. ¡Saludos!

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Aprovecho para confesar que tampoco me gustan las canciones (la que hay aquí y las otras) de El rey león. No, jamás me ha hecho gracia Elton John.

La mayoría de las otras canciones que se incluyen en este disco (me refiero a las piezas originales, tal y como se escucharon el las películas) me gustan bastante, mucho, muchísimo o una barbaridad.

canariasesmusica dijo...

Hay un disco de Barbara Hendricks que grabó para EMI y dedicó a su hija que para mí es otra delicia.
Escucharé este de Lang Lang, aunque no esté en mi lista de pianistas preferidos.
Gracias. Juan Henríquez

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