domingo, 23 de agosto de 2020

Karajan, despistadísimo en Bach y Stravinsky

El nombre de Herbert von Karajan no suele encontrarse asociado a los de Johann Sebastian Bach e Igor Stravinsky. Con razón, me temo. Buen ejemplo de ello lo tenemos en este disco que el maestro grabó para Deutsche Grammophon al frente de su Filarmónica de Berlín entre 1975 y 1979: Magníficat –versión revisada– del primero y Sinfonía de los salmos del segundo.

 

En Bach Karajan despliega sonoridades poderosas y musculadas, brillantez y enorme fuerza expresiva, como también sensualidad, refinamiento y gran cantabilidad cuando ello es necesario. Sencillamente ideal para el Magnificat, en principio, pero hoy día uno no puede dejar de desear una articulación más incisiva, menos laxa, así como un diferente equilibrio de masas instrumentales: en los coros inicial y final, la cuerda berlinesa no deja escuchar apropiadamente los diseños de las maderas. En cualquier caso, el principal problema de esta interpretación está en el Coro de la Deutschen Oper, bastante por debajo de lo deseable. Anna Tomowa-Sintow y Benjamin Luxon están bien, mejor aún Agnes Baltsa, pero Peter Schreier, tantas veces sensacional en este repertorio, no está a su nivel habitual. ¿Cómo es eso posible en una grabación que se realizó, agárrense, en febrero de 1975, diciembre de 1977, enero de 1978 y enero de 1979? ¿De verdad no hubo fecha para obtener una toma mejor?

La Sinfonía de los salmos sí que se realizó de un tirón, en febrero de 1975. Karajan apuesta por un carácter marcadamente gótico, lo que produce fascinantes resultados en la primera parte del tercer salmo, pero su acercamiento global muestra un despiste estilístico supino: sonoridades difuminadas, blanduras diversas y falta de atención a la incisividad rítmica esencial en el compositor. El coro, mostrando todavía con mayor crudeza sus limitaciones, termina relegando esta interpretación a una muy discreta segunda fila. 

Ah, si quieren saber más sobre esta obra genial de Stravinsky, pueden consultar la siguiente entrada de Ángel Carrascosa.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola Fernando, me alegro que permitas de nuevo comentarios, entiendo por qué los suprimiste en su momento, aunque si gustas de intercambiar puntos de vista su ausencia limitaba mucho.
Estos meses he descubierto algunas musicas y valiosas versiones gracias a ti (y al blog de Ángel Carrascosa. Los dos vuestros y The listener club don los que sigo para disfrutar, aprender y coincidir o no sobre esta música que tanto nos apasiona).
Mis últimos descubrimientos, los de Willians y la Mutter, el maravilloso álbum de Jerusalén de Savall, Hermánn, algunas versiones de la 5 de Mahler, algunos Barbirolli, las Diabelli de Barenboim (por un tiempo lo seguí mucho en el Digital concert hall, durante la cuarentena: ¡¡qué Mozart, que Quinteto de Schumann!!), el Oficio de tinieblas de Victoria en la versión que recomendabas -impresionante-, etc.
Muchas gracias por esas aportaciones.
Sobre el presente disco de Karajan, coincido contigo absolutamente. Bach está fuera de estilo -me sigue gustando la versión de Richter, con instrumentos modernos,la primera que escuché, y otras historicistas- y su Stravinsky decepciona y no tiene la pulsión que esa música necesita. Mi versión es la de Askhenazy, ya escucharé algunas que recomienda Carrascosa.
(Por cierto, muy de acuerdo también con la entrada sobre banderas y patriotismo. Estudié Historia Contemporánea y es imposible obviar a que abismos nos ha llevado el nacionalismo exacerbado que tiene sus raíces en lo que tú describes).
Saludos desde Almería.
Carlos Alberto.

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