viernes, 28 de junio de 2019

Expresionista y genial Pelleas de Schönberg por Lahav Shani

Iba a terminar una comparativa sobre el Concierto para violín de Beethoven, pero tengo que dejarla para la semana que viene. Porque después del Prokofiev de ayer no he podido resistir la tentación de ver más vídeos de Lahav Shani, en este caso con el joven maestro israelí poniéndose al frente de la Filarmónica de la Radio de Francia para hacer una obra de esas "facilitas" de dirigir: Pelleas und Melisande de Arnold Schönberg. Los resultados me han parecido muy discutibles. Y geniales.

Para empezar, este chico hace gala de estar preparadísimo técnicamente para enfrentarse a semejante monstruo: la planificación tanto horizontal como vertical nos hablan de un director rebosante de virtuosismo. El pulso interno, la organización de las tensiones y distensiones, la concentración, el cuidado en las transiciones, la claridad, la riqueza de color, el tratamiento de las texturas… Estamos hablando de una batuta de muchísimo fuste.


Pero lo más importante es que toda esa técnica está al servicio de una idea tan clara como atractiva, amén de arriesgada: concebir la partitura desde la pasión más ardiente y extrema. Por eso mismo se puede y debe discutir, porque Shani se aleja de lo mucho que hay de sensualidad, de voluptuosidad, de misterio en las atmósferas, como también se aleja de paralelismos con el universo impresionista. Ni rastro de decadentismo mal entendido, ni tampoco del “bien entendido”. Nada de ver al Schönberg temprano como una especie de Richard Strauss, de recrearse en la belleza de las texturas ni en la opulencia sonora. La suya es una opción radicalmente expresionista: virulenta, encrespada, desasosegante, de clímax al borde del descontrol (¡sin caer en él!), llena de crispación, de rabia y –sobre todo– de dolor. Sincera a más no poder, no hay en ella concesiones al oyente. Hay quienes podrán preferir mayor levedad y coquetería en la escena en que Melisande juega con el anillo, o un carácter más sombrío en la muerte de la protagonista. Pero nadie podrá quedarse impasible ante el dramatismo terrible del asesinato de Peleas, o ante el llanto final de Golaud. Hay que acudir a Barbirolli para encontrar una interpretación así.

Una cosa más. Los dos videos de Shani comentados con anterioridad tenían una calidad técnica excepcional y eran “de pago”. Este no se ve del todo bien y evidencia compresión dinámica, pero es gratuito y por completo legal: la propia France Musique lo ha subido a YouTube. Por favor, no dejen de verlo o, al menos, de escucharlo. Tal vez ustedes también comiencen a pensar que podríamos encontrarnos, quizá, ante uno de los más grandes directores del siglo XXI.

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