martes, 30 de septiembre de 2014

La última actuación de Svetlanov

Importante compacto este de ica Classics que ha llegado a mis manos, pues incluye la última actuación en la carrera de Evgeny Svetlavov, esto es, la segunda mitad de un concierto frente al Coro y la Orquesta Sinfónica de la BBC de Londres celebrado el 19 de abril de 2002, un par de semanas antes de abandonar este mundo: el maestro ruso fallecería el 3 de mayo en su Moscú natal.

La obra en cuestión es Las campanas, una de las mejores partituras de uno de los caballos de batalla del director: Sergei Rachmaninov. Y como no podía ser menos, Svetlanov demostró dominar a la perfección el idioma de este compositor con una lectura que rebosa esa peculiar mezcla de sensualidad, evanescencia, carácter evocador, melancolía, atmósfera ominosa y garra dramática que caracterizan su obra, sabiendo apuntar a las conexiones con el impresionismo y ofreciendo un considerable refinamiento pero sin perder el sentido de la rusticidad bien entendida propia de lo ruso; también sin caer en los narcisismos y amaneramientos a los que en otras ocasiones, a decir verdad, se ha mostrado proclive.

Svetlanov Las campanas Alexander Nevsky

La orquesta, tratada con plasticidad y dominio del fraseo admirables, respondió a la perfección a las demandas del maestro, mientras el coro de la BBC dejaba clara la siempre admirable categoría de las formaciones corales británicas. Por si fuera poco, Daniil Shtoda, Elena Prokina –muy vibrada–  y Sergei Leiferkus estuvieron magníficos, sobre todo este último. El único reparo lo pone la toma sonora, con cierta compresión típica de la radio y perjudicada por la acústica del Barbican Hall. Una lástima, porque además de ser un testimonio de carácter sentimental –un escalofrío recorre nuestra espalda al reparar en que lo último que el maestro dirigió en su vida fue el lamento de las campanas de difunto–, se trata de una grandísima interpretación que se coloca muy cerca de las mejores de la discografía, las de Previn (EMI, 1975) y Ashkenazy (Decca, 1984).

Dado que la primera parte del concierto, una referencial Primera sinfonía de Tchaikovsky que comenté hace tiempo, ya había sido editada por el mismo sello, este compacto que contiene Las campanas ha sido completado con un Alexander Nevsky ofrecido frente al Coro y Orquesta Philharmonia el 30 de enero de 1988. Interesa menos: el idioma es el adecuado para Prokofiev, el trazo muy sólido y hay brillantez en su dosis adecuada –nada de espectáculo de cara a la galería–, pero la inspiración resulta irregular, sobre todo en los primeros números. Ni la atmósfera opresiva está del todo conseguida, ni las melodías vuelan con la suficiente emotividad, ni se le echa demasiada imaginación al asunto; incluso por momentos parece que Svetlanov dirige con prisas, sin detenerse a paladear la música.

Tampoco parece haber la adecuada diferenciación tímbrica, aunque hay que decir que la pobre toma sonora juega en contra del maestro. “El campo de la muerte” sí que está muy bien llevado por la batuta, y aquí se cuenta además con intensidad emocional de la mezzo Alfreda Hodgson. El último movimiento también está dirigido de manera más que notable, aunque a la postre lo importante de este disco es la soberbia interpretación de Las campanas. Dicho queda.

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