martes, 8 de agosto de 2023

Klemperer, más stravinskiano que Stravinsky

Klemperer registró la Sinfonía en tres movimientos en marzo y mayo de 1962. No deja de resultar una paradoja que su recreación sea más stravinskiana que las del propio Stravinsky. Entiéndase con ello que es menos inmediata y visceral, más distanciada. También considerablemente más intelectual, y al mismo tiempo –no es contradicción– más irónica y con mayor retranca. Pero no por ello le faltan precisamente (¡todo lo contrario!) tensión interna, vigor rítmico y carácter opresivo.

En cualquier caso, lo más digno de admiración es la increíble manera en la que el de Breslau disecciona el entramado de la partitura, en la que individualiza y colorea de manera expresiva cada una de las líneas, poniendo de relieve mejor que nadie la magistral escritura de esta página. A destacar muy especialmente lo que hace con el Andante, en el que con la complicidad de las inigualables maderas de la Philharmonia Orchestra destila una mezcla de sensualidad y de espiritualidad inquietante que en cierto modo nos acerca a La canción de Bernadette, la película para la que se supone que el ruso pensó originalmente esta música, sin hacer la menor concesión a lo naif.

La Suite de Pulcinella la registró entre 1963 y 1964. Haciendo uso de tempi francamente lentos manejados con la indesmayable tensión soterrada que le caracteriza, al tiempo que realiza un insuperable análisis del tejido instrumental, el de Breslau construye una lectura de asombrosa claridad en la que, en el plano expresivo, el amargor, la ironía en absoluto inocente y el sarcasmo se imponen por encima de cualquier otra consideración –tristísima la Serenata, de una melancolía sin rastro de blandura–. Ahora bien, lo hace manteniendo el sentido de la elegancia, del distanciamiento y de la obsesión por la forma que son propios del Neoclasicismo. Un milagro, vaya.

¿El sonido tras el último reprocesado? Espléndido el de Pulcinella, algo distorsionado el de la Sinfonía.

9 comentarios:

xabierarmendariz88 dijo...

Esta entrada me hace recordar la otra grabación stravinskiana de Klemperer en estos años, su famoso Petrushka. Hace unos años lo vi muy recomendado en alguna reseña de discos, y más recientemente nuestro amigo el señor Hurvitz lo descalificó completamente y dijo que jamás tendría que haber salido a la luz. Tengo entendido que también está en la caja… ¿Qué opinión tienes sobre él?


Fernando López Vargas-Machuca dijo...

¿Mi opinión? ¡Que esa Petrushka es uno de los mejores discos de Klemperer!

Bruno dijo...

Pues esa sinfonía debe de dar miedo a los intérpretes. No la he visto progrmada en ningún sitio a lo largo de mi ya larga vida.
Una obra claramente minusvalorada por la historiografía. Una obra que desafía a cualquier jovencito a seguir el ritmo.

Clipman dijo...

Hurwitz no se aclara ni él mismo. A veces no sé si le ha cogido el gustillo al buen bait youtubero. De Klemperer en realidad dice la misma cosa una y otra vez: que si el tempo esto lo otro, que si oh mira cómo suenan las maderas porque las resalta mucho. Eso sí, luego le hablan de la caja Concertgebouw de Archiphon y la despacha con un "en estudio está mejor". BUENO BUENO.. Por cierto, con la orquesta del Concertgebouw hay justamente un registro en vivo de esa sinfonía.

El Petrushka es la gallina joven en vinagre. Y eso que son casi ensayos para ir probando la cosa. Es acojonante pensar que EMI jamás apostó por esa grabación. Como decían en una reseña de Amazon: EMI = Every Mistake Imaginable. Yo no les perdono que se negaran a grabar el Brahms / Schönberg.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Tiene usted toda la razón. Cuando he escuchado el primer movimiento de la Cuarta de Schubert, que comentaré luego, me he quedado patidifuso.

Clipman dijo...

No sé si conoce el libro de cartas de Klemperer, pero hay material del bueno ahí. Sobre todo hacia los 70, donde el maestro ya iba a chaqueta desabrochada. En mayo de 1970 le escribe a Peter Andry para decirle que lo de las Valquirias no sigue e insiste en un Euryanthe de Weber y el Così: "because at this age I do not have anymore the physical strength for such a project. This is entirely independent of Euryanthe or Così, - both much easier works.

I suggested Euryanthe not only because it is very good music, but also because it does not exist on recordings. I thoguth EMI would be proud to be the first to do that. It is not necessary to speak about Così.
You will certainly understand that at my time in life I will only do what I want, - not what a Company wants. Until now our interests met, - the future nobody can tell.

With cordial greetings, - yours sincerely,
Otto Klemperer"

El 23 de junio de ese mismo año, Klemperer se queja de nuevo ante EMI con otra carta para Andry:

Dear Mr. Andry:

Your letter of June 19th was for me a surprise and a disappointment. As far as I know not one of my colleagues has such a clause of exclusivity as I. But I will not fight. I have completely other thoughts.
You speak of "mutual unhappiness". Can you complain about me? But I complain about you. You have refused all my programme suggestions, which for me are not "only a question of repertoire" - as you put it. For me - this question is everything.
You know my programmes for November [se refiere al Brahms / Schönberg]. Mr McDonald mentiones that EMI might be interested in recording the Schönberg arrangements. Also - the fourth side for Walküre Act 1 is supposed to be done, which I would like to do in this year. For all this it would be simplest to contact Mr. McDonald.

Yours sincerely,
Otto Klemperer".

La carta iba con una copia al citado Gerald McDonald. El 7 de julio, Peter Andry quiso apagar el incendio a su manera, aclarando que no quiso decir que estuviesen descontentos con Klemperer y que lamentaba mucho que en EMI no pensaran que el Così o el Euryanthe fuesen "por el momento comercialmente deseables, como otro tipo de repertorio que envío para su consideración". En otras palabras: "sí tío, putadón, qué mal, oye y si nos haces esto". Aquí la lista:

- Mozart
Misa en do menor (ya Eigel Kruttge se la propuso en Colonia en 1955 y Klemperer le enumeró en una carta los motivos por los que ni se planteaba abordar la partitura).
Misa de la coronación
Requiem (!)
- Gluck
Orfeo en Eurídice
- Haydn
Sinfonías (en especial la 92)
- Beethoven
Gran Fuga
- Händel
Wassermusik
Feuerwerksmusik
Alcina

De toda esa lista, se decanta por la 92 de Haydn. Lotte anota en su diario que su padre está visiblemente nervioso en el estudio porque es la primera obra que graba sin haberla puesto a caminar antes en un concierto. Entre la orquesta hay miembros bastante jóvenes que le piden a McDonald convencer a Klemperer para que se quede un rato más, ya que se le ve en buena forma. Todo el mundo está contento y de hecho a Klemperer le viene a la mente la idea de grabar un Rapto en el serrallo después de un posible concierto, pero su médico le aconseja reservar fuerzas solo para el estudio de grabación. Klemperer dice que sí y luego cuando se va a hablar de ese Rapto, cancela todo.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

¡Interesantísima información, Clipman, de la que no tenía ni idea! Millones de gracias.

The Wolf dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
The Wolf dijo...

La grabación del Rapto en el Serrallo iba a comenzar sesiones en febrero de 1973, EMI estaba preparando todo acorde a los deseos de Klemperer y en el elenco iban a estar Lucia Popp (Konstanze), Ileana Cotrubas (Blondchen), Werner Hollweg (Belmonte), Werner Krenn (Pedrillo) y Hans Sotin (Osmin). En el último momento el maestro decidió cancelar el proyecto, porque ya no quería hacer más grabaciones de ópera (debido a su salud mas bien, pues falleció a los pocos meses). Para aprovechar al John Alldis Choir y la New Philharmonia Orchestra, EMI decidió grabar la Misa en do menor de Mozart, KV 427, con Ileana Cotrubas, Kiri Te Kanawa, Werner Krenn, Hans Sotin y Raymond Leppard.

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