domingo, 2 de abril de 2023

Stefan Plewniak tortura mis oídos

Más que irritado, que también, salí anoche tristísimo del recital ofrecido por Jakub Józef Orliński en el Teatro de la Maestranza. Porque nunca, en los treinta y tantos años que llevo escuchando música clásica en directo de manera continuada, he conocido un divorcio tan grande entre la opinión de la inmensa mayoría del público y la mía propia. Se aplaudió a rabiar, constantemente, llegándose al delirio en la tanda de propinas, con (casi) todo el mundo en pie aplaudiendo por Sevillanas. Fue un éxito indiscutible.


Pero a mí, que disfruté mucho de la voz, del arte y de la simpatía del contratenor polaco, me pareció en lo que a la parte instrumental se refiere, esto es, en los conciertos de Vivaldi, una de las cosas más extremadamente feas, desagradables, antimusicales y pretenciosas que jamás haya escuchado, en vivo o en disco. ¿Culpable? El violinista Stefan Plewniak. Se lo contaré a ustedes con más detalle cuando vuelva a Jerez (aquí). 

8 comentarios:

Pablo dijo...
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Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Leer esto me resulta un verdadero alivio:

https://www.abc.es/espana/catalunya/disfruta/abci-vuelva-otro-orlinski-202101122006_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.abc.es%2Fespana%2Fcatalunya%2Fdisfruta%2Fabci-vuelva-otro-orlinski-202101122006_noticia.html

Antonio Pérez Villena dijo...

Puedo dar fé que el Vivaldi sonó desagradable.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Mire usted, Pablo, he intentado explicarme aquí. Si le doy mala impresión, no lo puedo remediar. Lo único que puedo asegurarle, aunque no me crea, es que no me gusta dar opiniones contrarias a la gran mayoría. Ahora bien, si callo mi opinión y me dejo llevar, este blog no tendría el menor sentido.

http://flvargasmachuca.blogspot.com/2023/04/sobre-lo-de-orlinski-y-il-giardino.html

Pablo dijo...
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Fernando López Vargas-Machuca dijo...

De verdad no creo haber insultado. Cuando hablaba de mi tristeza por mi falta de empatía con el público no ironizaba ni me las daba de superior. Es que DE VERDAD me sentí un bicho raro.

Pablo dijo...
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José Manuel Guerrero C. dijo...

Acabo de descubrir a este músico polaco a través de unos conciertos de Heendell. Es un verdadero esperpento. Al público en general le gusta estos numeritos circenses porque necesitan cosas nuevas y estrafalarias para sentir lo que nunca cambia,la Belleza.

¡Gracias a los valencianos!

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