jueves, 7 de noviembre de 2019

Motivos musicales para temer a VOX

Lo siento, no me he podido resistir.


PD. Para quienes no son de aquí, VOX es el partido fascista, xenófobo, racista, homófobo, machista y, en definitiva, ultraderechista, que amenaza con ascender peligrosamente hasta el tercer puesto en las elecciones generales del próximo domingo. Y luego nos preguntamos por qué "gente normal" votó a Hitler...

5 comentarios:

Nemo dijo...

Vox es un partido conservador católico (una escisión del PP) y nada más. No tiene nada que ver con el fascismo o el nazismo. Estos temas no se deben tratar con brocha gorda.

Los temas migratorios responden a problemas reales, que irán a más, pero en vez de suscitar un debate, la posibilidad de este se anula con insultos disparatados.

En España lo más parecido que tenemos a la ultraderecha racista y xenófoba son los nacionalismos periféricos, socios preferentes de la izquierda desde hace ya más de 40 años y que han degradado en sus regiones la democracia y el respeto a los derechos ciudadanos a niveles lamentables. ¿Motivo de reflexión?

Por cierto, no soy para nada un conservador católico.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Llevo diecinueve años explicando en clase los movimientos totalitarios en general y los fascismos en particulae. Espero que no mal, y confío que enriqueciendo cada año mis perspectivas con la presunta sabiduría que otorga el paso del tiempo. No creo confundir "muy conservador" con "facha", ni "nacionalcatólico" con "nazi", pongamos por caso. No creo ser tosco en mi análisis. Para mí está claro que VOX presentas concomitancias con el fascismo, aun sin ser una mera trasposición del pensamiento totalitario de los años veinte y treinta, entre otras cosas porque nuestros tiempos son otros y, sobre todo, porque el mercado global impone unas ideas económicas que ya no pueden ser las del intervencionismo.

Pero ahí están la adoración a la patria y la consideración de que el individio y las colectividades -las diferentes minorías que conforman el todo- han de supeditarse a ella, a su unidad y a su potencia. Ahí están la reivindicación de la fuerza, el discurso del miedo al cambio, el sentimiento de superioridad frete a otras naciones y/o culturas y la manipulación histórica para reivindicar presuntos "momentos de gloria" del pasado nacional. Y ahí está la primacía del sentimiento sobre la razón, esto es, la apelación a pulsiones primarias para arrinconar el análisis desapasionado y plural de los hechos. Todos estos ingredientes no son exclusivos del fascismo, por descontado, pero todos juntos forman parte sustancial de su ideario, que suele cristalizar en tiempos de crisis como los que nos ha tocado vivir como respuesta al fracaso de las recetas tradicionales a los problemas.

¿VOX, escisión del PP? Por descontado que sí. Pero no porque VOX sea una mera escisión de los más conservadores del grupo político, no señor, sino porque ese Partido Popular, como antes Alianza Popular, albergaba en su interior a una masa muy importantes de españoles filofascistas que añoraban el franquismo. Y lo siguen añorando. Simplemente, ahora salen a la luz y toman forma propia. Filofascistas, sí. Rotundamente.

Comprendo que haya muchos que no lo vean así. Y también que haya bastantes que sí lo vean, pero prefieran no verlo para justificar un voto eminentemente emocional (¡qué fácil le resulta a los totalitarismos atrapar a la gente!) generado por la decepción ante la clase política actual, el miedo a una nueva recesión económica y el asco, perfectamente justificado, ante el cariz que ha tomado el independentismo catalán. Allá ellos con su voto, claro. Pero lo sufriremos todos.

Antonio Pérez Villena dijo...

El momento que vivimos es más que preocupante, y que en un futuro uno tenga que terminar pillando la maleta y largándose un pensamiento que me asalta con frecuencia, no, no es coña.

Fernando, coincido plenamente con su exposición de motivos, y evidentemente esta peña no pueden ser un calco de su 'primera edición' en Europa, porque las circunstancias socio-económicas son bastante distintas. Pero el fondo del discurso es ciertamente el mismo.

Sin negar para nada que el asunto 'procés' ha venido si cabe a dar alas a este tipo de pensamiento retrógrado, el comentario de Nemo blanqueando a Vox (sí, blanqueando, estamos con algo MUY serio entre manos) y poniendo en el disparadero el nacionalismo catalanista me parece francamente desafortunado.

Soy alérgico a los nacionalismos, a todos, pero aquí está volviendo a explotar un tema latente español, el territorial, mal solucionado y cuya única salida para mi sería un estado federal y desde luego la sustitución de la monarquía por una república, pero no duermo en los mundos de yupi y sé en que país vivo y que mentalidad lo atenaza.

Todos vamos a pagar las consecuencias Fernando, sí, pero te haré una puntualización, unos más que otros segurísimo.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Antonio, no solo resulta que mis alumnos de bachillerato han visto estos comentarios (¡gran sorpresa, tratándose de un blog de música!), sino que además me han preguntado por qué a ti no te he respondido. Bueno, pues lo hago ahora.

No tengo nada claro que sustituir la monarquía por una república sirva para algo. No es que me pareciera mal un gobierno republicano, pero tampoco veo una ventaja importante. De hecho, prefiero un buen rey como es nuestro Felipe VI (que cada vez me gusta más, por preparado y por saber "estar en su sitio") que tener un presidente de la república que sea un viejo político retirado, como Felipe González o como Aznar, que son figuras de marcado cariz ideológico.

La solución del federalismo la veo complicada. Personalmente no me preocupa tanto la "unidad de España" como la felicidad de los españoles. No estoy con las banderas, sino con las personas. Y por ello mi corazón se encuentra, en los momentos que estamos pasando, con los muchos catalanes que se sienten al mismo tiempo españoles y que no quieren formar parte de una república catalana independiente. Y también estoy con el concepto de una España autonómica basada en la solidaridad interregional, que me parece que no ha funcionado mal pese al problema (ahí sí estoy por completo de acuerdo con la derecha) del excesivo peso de las administraciones autonómicas.

Abundando en la cuestión del independentismo, hoy mismo he leído en la revista Mongolia un artículo de Antonio Rico que me ha gustado muchísimo. No me resisto a transcribir unas líneas:

"El día que entendamos de una puñetera vez que la idea de nación política -por ejemplo, la idea actual de España- es un millón de veces más progresista que la idea de nación étnica, nación cultural o nación identitaria -por ejemplo, las ideas que parecerían alumbrar a la república de Catalunya-, ese día veréis cómo se despejan algunas empanadas ideológicas adolescentes y comenzamos a ver claro que ideas como las de pueblo, cultura o identidad no son más que mierdas demagógicas que encubren oscuros intereses económicos".

Cien por cien de acuerdo con este párrafo, estoy con nuestra España autonómica que concede un amplísimo margen de autogobierno a las nacionalidades históricas, que con dicho margen no tienen ninguna razón real para sentirse saqueados, menos aun dominados, por una potencia supuestamente extranjera llamada España, o Castilla, o como la quieran denominar. Si un federalismo sirve para conseguir el mayor bienestar de todos, bienvenido sea; pero no tengo nada claro que sea ese bienestar la consecuencia del mismo. En cuanto a la independencia de Cataluña, me parece que solo serviría a esos oscuros intereses económicos de la burguesía catalana a los que hacía referencia Rico.

Por lo demás, las barbaridades de algunos (o muchos) independentistas no conseguirán que frente al problema catalán yo adopte una postura extrema, como quisieran algunos lectores que precisamente por eso, por no actuar con las visceras, con la bandera de España en la frente, me acusan de ser un radical fascineroso y un mal profesor: ¿acaso quieren que a mis alumnos les enseñe patrioterismo del de la peor clase en lugar de aprender a dialogar, a intercambiar ideas contrapuestas y a pensar por uno mismo frente a las consignas que vienen de arriba?

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

... aquí sigue.

La última réplica de Nemo en el otro post, en el que por cierto voy a copiar estas líneas, es por lo demás muy aclaratoria si la leemos en conjunción con lo que jaleaban en la sede de VOX el día de las elecciones en la que este partido quedó como tercera fuerza política y convierte a España en uno de los países europeos con la ultraderecha más fuerte en el parlamento: ¡A POR ELLOS! No tengo la menor duda de que en el caso de que ganen las elecciones (puede ocurrir si el presunto gobierno de PSOE y Unidas Podemos fracasa), Nemo -sospecho que profesor himself- y gente como él me pondría en una lista negra de educadores a depurar, por manipuladores de tiernos infantes, antipatriotas y no sé cuántas cosas más.

En fin, ellos siempre han estado ahí. Simplemente se han hecho visibles. Y van a ir a más, porque están crecidísimos.

Un fuerte abrazo desde Jerez hacia Granada, Antonio,

Para lo que ha quedado la Gheorghiu

Por supuesto, yo ya ando en casa. Escribiré poco a poco sobre lo que he escuchado en Bucarest.