domingo, 22 de septiembre de 2019

Dudamel, el mejor intérprete de John Williams

Gustavo Dudamel y la Filarmónica de los Ángeles son los protagonistas de un doble compacto recientemente editado por Deutsche Grammophon que recoge el contenido de unos conciertos celebrados entre el 24 y el 27 de enero de 2019 en la capital californiana en homenaje a John Williams, incluyendo un variado ramillete de sus bandas sonoras más famosas. No necesariamente las mejores –se echa de menos la faceta íntima de este compositor–, pero todas admirables y buena parte de ellas incluidas por derecho propio en el patrimonio de la música popular: Star Wars, Superman, Indiana Jones, E.T., Harry Potter... El 21 de marzo, los mismos intérpretes repiten programa en Japón en el marco del NHK Music Festival. La filmación es retransmitida con excepcional calidad de imagen y sonido –este último multicanal–, y circula ahora en determinados lugares de internet (aquí).


He disfrutado muchísimo tanto de los compactos como del vídeo. Primero, porque desde el mismo momento en el que fueron creadas estas bandas sonoras han formado parte de mi vida, como también de la de cientos de miles de personas más. Segundo, porque el director venezolano ha resultado ser el mejor intérprete posible de este repertorio.

Y es que Dudamel, él mismo rendido admirador de Williams, ofrece realizaciones superiores a las de las muchas regrabaciones que de estos temas se han realizado, e incluso a veces preferibles a las que el propio compositor ofreció en las bandas sonoras originales. ¿El secreto? Creo que el acierto se basa en varios pilares. Uno de ellos es la capacidad del venezolano para ofrecer entusiasmo y brillantez sin subrayar los aspectos más externos, digamos que más "trompeteros", de estas músicas. Con Dudamel no hay metales a tope ni percusión en primer plano, y eso lo consigue sin restar, insisto, ni un ápice de vistosidad ni de carácter festivo o épico a estas partituras. Un milagro, algo así como la cuadratura del círculo: la superlativa técnica de batuta de Dudamel tiene mucho que ver con este logro.


Más decisiva aún me parece la mezcla de intensidad lírica y de sensualidad con que el venezolano canta las maravillosas melodías del compositor norteamericano. No es ningún secreto que en el universo de Williams la música de Tchaikovsky es una de las fuentes fundamentales de inspiración. Pues bueno, es exactamente allí a donde apunta la batuta, hacia el universo del autor de El cascanueces; incluso hacia el Cascanueces mismo, ballet este al que Williams realizó referencias más que directas en las partituras de Home Alone –aquí no incluida– y en Harry Potter.

Hay además en el estilo directorial de Dudamel una conexión especial con "lo norteamericano" en general, entendido esto desde el tópico no por extendido menos cierto: ese espíritu vital, ese desenfado, ese interés por la brillantez, ese deseo de gozar de lo sensorial, de hacer volar las melodías y de apostar por un cierto optimismo por encima de otras circunstancias... Hay una línea que va desde Aaron Copland hasta John Williams y que pasa por Leonard Bernstein, entre otros, con la que el titular de la Filarmónica de los Ángeles (¡titularidad idónea, dicho sea de paso!) posee una enorme afinidad. Aquí lo demuestra con creces, como también lo demostró en su más reciente Sommernachtskonzert con la Filarmónica de Viena.


Alguien se preguntará si este doble CD –o el vídeo japonés, para quién esté dispuesto a bajarlo– resulta más o menos recomendable que el Blu-ray con la misma orquesta y director editado por CMajor no hace mucho. A mi entender sí que es preferible, porque el programa es más representativo o, al menos, más popular, pero yo no prescindiría de aquél. Primero, porque nos permite completar el panorama compositivo del autor con partituras a veces no tan conocidas. Segundo, porque tiene al mismísimo Itzhak Perlman como solista en La lista de Schindler. Tercero, porque al final sale el propio Williams dirigiendo. Y también porque se ve y suena de escándalo.

En cualquier caso, el doble CD de Deutsche Grammophon me parece la mejor edición hasta la fecha con música de este autor al que tantas personas seguiremos amando por mucho que nuestros gustos musicales caminen en el futuro por otros derroteros. Imprescindible tanto para fans como para quienes por vez primera quieran acercarse a su figura.

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Aunque jamás se me ha llamado para hablar de música –en Jerez me puso la zancadilla el difunto José Luis de la Rosa, en Sevilla lo hizo Marí...