lunes, 15 de diciembre de 2014

Sexta de Mahler por Daniel Harding en Berlín: ¡espléndida!

Canceló Kirill Petrenko su Sexta de Mahler con la Filarmónica de Berlín de hace un par de fines de semana y le sustituyó Daniel Harding. Al maestro británico, capaz de hacer cosas extraordinarias (The turn of the Screw) y otras más bien horripilantes (Don Giovanni) solo le había escuchado en este repertorio una Décima que me pareció soporífera. A Ángel Carrascosa le leí recientemente encendidos elogios sobre su Primera en Ámsterdam, pero no se la he escuchado aún (guardo por ahí el Blu-ray). La Décima que el maestro británico tiene con la Berliner Philharmoniker en la Digital Concert Hall tampoco la he escuchado –después de la de Viena no me quedaban las ganas-, pero sin embargo me ha dado morbo acudir a estas retransmisiones de la formación berlinesa –sigo suscrito a la DCH– y ver lo que hacía con la Trágica mahleriana, ya que últimamente he podido escuchar varias versiones de la misma. Pues bien, tremenda sorpresa: ¡me ha parecido espléndida! Con sus desigualdades y realmente sin ninguna genialidad, eso es verdad, pero espléndida.

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Harding ofrece un magnífico primer movimiento, planteado con decisión, de un solo trazo y sin el menor devaneo, siempre con un tratamiento claro e incisivo de los colores orquestales, aunque ciertamente sin llegar al carácter telúrico y a la fuerza visionaria de la increíble recreación de Bernstein con la Filarmónica de Viena de 1988. El Andante moderato –aquí en segundo lugar– está francamente bien, sobre todo por estar dicho con amplio vuelo lírico que carece por completo de blandura o melifluidad, si bien aquí se echa de menos un plus de emotividad e intensidad dramática. El Scherzo es soberbio, grotesco sin cargar las tintas en sus aspectos demoníacos, y con algunos detalles personales contando con la complicidad de unas soberbias maderas que suenan con adecuada retranca.

El Finale es irregular. El tema lírico con que se abre y aparece varias veces después está tratado con un punto de blandura que llega a disgustar: debería ser más intenso y lacerante. Luego se echa en falta una atmósfera fúnebre más densa, más cargada de malos presagios, aunque el tratamiento tímbrico que la batuta realiza de estos pasajes es refinadísimo y subraya las conexiones con la Segunda Escuela de Viena, particularmente con Anton Webern. Ahora bien, cuando hay que poner la orquesta en quinta marcha Harding vuelve a demostrar un pleno dominio de los medios y hace saltar chispas en una Filarmónica de Berlín que, como no podía ser menos, está gloriosa: los solos del final son los de unos verdaderos portentos de la música.

Comparando con las que he escuchado en las últimas semanas, la realización de Harding me parece casi a la altura de la de Chailly en la Concertgebouw, y desde luego más centrada que la del milanés en Leipzig, comentadas ambas por aquí. También me parece superior (¡bastante superior!) a la de Abbado en Lucerna, realización sobre la que no puedo compartir los elogios de algunos amigos de Ritmo. Y solo palidece, claro, ante la filmación de Maazel en Ámsterdam, donde “el viejo” daba una verdadera lección de sabiduría. Pero claro, con la edad que tiene Harding podemos hacernos ilusiones y pensar que, después de  una etapa en la que le ha apetecido dar la nota llamando la atención a toda costa, lo mismo ha entrado en razón y está dispuesto por fin a ofrecernos todo lo bueno que el gran talento que alberga le permite. Estaremos atentos.

A quien le interese, puede ver esta Sexta, previo pago, en el siguiente enlace.

1 comentario:

Javier dijo...

Unos meses antes de esta sexta de Mahler en Berlín, Harding la dirigió en Munich con la Orquesta de la Radio de Baviera, grabación que ha salido en el sello de la orquesta. ¿La conoces? Acabo de comprobar que sigue disponible el video del concierto.
Dejo un link por si quieres echarle un vistazo: http://www.br.de/mediathek/video/20140321-symphoniorchester-br-chor-harding-mahler-konzert-video-100.html

Un saludo.

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