lunes, 25 de octubre de 2010

Petrenko y el año 1905 de Shostakovich

Tres son las entregas hasta ahora del ciclo Shostakovich que está grabando Vasily Petrenko para Naxos al frente de su Royal Liverpool Philharmonic Orchestra. En Ritmo he comentado las dos últimas, que incluían respectivamente una notabilísima Quinta y una buena Novena, por un lado (enlace), y una mediocre Octava por otro (enlace). Me quedaba por escuchar la primera de ellas, una Sinfonía nº 11 registrada en abril de 2008 con toma sonora -algo decisivo en esta partitura- de muy amplia gama dinámica. Me ha gustado bastante.


No busca esta recreación de El año 1905 subrayar los lazos con la tradición tchaikovskyana, como hizo Rostropovich en sus dos acongojantes grabaciones, ni recrearse en la suntuosidad de la escritura orquestal como Haitink con su Concertgebouw o Jansons con Philadelphia, ni ofrecer un desgarrado fresco expresionista a la manera de Rozhdestvensky. La lectura de Petrenko resulta fundamentalmente narrativa, cinematográfica si se quiere. Los tempi son más bien rápidos, el pulso está sostenido -nada de languideces ni de precipitaciones-, la sonoridad de la orquesta es la adecuada -poco “romántica”, pero sin cargar las tintas en lo corrosivo-, la arquitectura se encuentra meridianamente explicada y hasta se presta atención al carácter popular de las melodías prestadas para la ocasión. Hay además energía, brillantez y un alejamiento de la ampulosidad que se agradece bastante, tratándose de la música de la que se trata.

¿Qué le falta a esta interpretación para encontrarse entre las grandes, que son a mi modo de ver las arriba citadas? Pues más atmósfera en el primer movimiento, mayor rabia y carácter opresivo en el segundo (Petrenko debería haber ido ralentizando el tempo en la escena de la matanza), un pathos más intenso en el tercero y un final más ambiguo y apocalíptico en el cuarto. En la coda, no obstante, hay que destacar un interesantísimo efecto: el resonar durante largos segundos del eco de las campanas cuando la música ya ha cesado. Señal de que Petrenko, aunque no siempre haya conseguido expresarlo en sus diferentes acercamientos a la obra del compositor, sabe que en la música de Shostakovich hay mucho más de pesimismo vital que de narración histórica o de compromiso político.

2 comentarios:

bruckner13 dijo...

De todas las versiones que he escuchado la que más me ha impresionado es la de Berglund en EMI. Tiene una claridad pasmosa, es que se escucha todo. El trabajo de los ingenieros de sonido en esa grabación es espectacular.

otto dijo...

que sentido tiene comprar este disco si por un poco mas se compra uno la caja de Barshai o de Jansons.

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