Hoy he leído un artículo –en realidad por segunda vez, porque su autor ya había escrito algo más o menos parecido sobre el mismo tema en otro medio muy importante– absolutamente revelador de la poquísima vergüenza de algunas personas que tocan y gestionan música antigua en España. Léase bien: algunas, y solo algunas. La inmensa mayoría de los nuestros artistas, los de la música antigua y los de "la otra", son músicos honrados, trabajadores y dignos de la mayor admiración.
Algunas, digo, pero muy poderosas. Tanto, que ejercen sus prácticas de mal periodismo y nulo sentido de la ética con la más total impunidad, sin que les llamen la atención los responsables de los correspondientes medios en los que escriben. Medios, así en plural, porque ocupan varios a la vez con la intención de incrementar su cuota de poder y eliminar voces discrepantes. No solo eso: lo hacen recibiendo el aplauso de su creciente legión de acólitos que los creen "los mejores de los mejores" entre los músicos y, al mismo tiempo, "los más honestos y comprometidos" entre los críticos.
Pero yo me limito a estas líneas y a dejarlo ahí. ¿He perdido fuelle, acaso? Pues sí. Después de muchos años de blogueo, he llegado a la conclusión de que resulta imposible luchar contra esta peligrosísima mafia (tercera acepción según la RAE: "grupo organizado que trata de defender sus intereses sin demasiados escrúpulos") integrada por desvergonzados hijos de puta.
7 comentarios:
Nada nuevo sobre la faz de la tierra. Son muchos años de prácticas absolutamente mafiosas por parte de estos conocidos y abyectos personajes.
Ha ilustrado Vd el artículo del blog con el logotipo de una famosa cadena de restaurantes italianos (en su ciudad de residencia hay uno). No sé si la mafia a la que se refiere tendrá algo que ver con estos restaurantes o, simplemente ha buscado una imagen en internet para ilustrar la entrada. El caso es que he leído con atención el contenido del texto para ver si encontraba alguna relación...sin obtener ningún resultado
¡Claro que es una cadena de restaurantes! Lo sabe todo el mundo, y por eso lo pongo. Es un chiste, no sé si bueno o malo.
En fin, como lo de los restaurantes parece que no se entiende, he puesto una foto de Peter Seller haciendo de El Padrino en La venganza de la Pantera Rosa, que por cierto fue la primera película que vi de la serie. Las entradas de blog sin foto no se leen, y como no se me ocurre otra cosa...
Javier, cierto que es lo de siempre, pero en lo que al campo periodístico se refiere, este verano ciertas personas se han superado a sí mismas escribiendo de manera supuestamente analítica, objetiva e imparcial sobre su propia actividad musical. Si escribo sobre mí mismo debo decir que soy la misma persona, digo yo. Para encontrar descaro al mismo nivel hay que ir a los tiempos en los que el crítico Enroque Franco escribía las críticas de los conciertos dirigidos por su cuñado, Odón Alonso. Así, por todo el morro.
Por supuesto, cualquier otra posible réplica procedente de la mafia a la que hago alusión será inmediatamente mandada a la papelera. Como digo, manejan varios medios de comunicación (el que me escribió el mensaje anterior lo hace en tres, a veces repitiendo el mismo texto) y, con ello y con sus amistades directas con ciertos círculos de músicos y de agentes, han acumulado muchísimo poder. Ya tienen demasiados lugares para decir lo que piensan como para que encima yo les dé la oportunidad de hablar en este pequeño núcleo de resistencia. A quienes han demostrado y siguen demostrando una total falta de ética, ni agua. Punto y final, insisto. No se molesten en escribir, porque no pienso darles la menor oportunidad.
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